lunes, 31 de octubre de 2011

Otra vez la persecución a militares

LA RAZÓN DEL DÍA

Otra vez la persecución a militares
Director Jurídico de UnoAmérica

            La noticia causó peculiar alboroto, por coincidir con la estadía del Ministro de Justicia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington.
            Los datos son insuficientes aún, para dar una opinión integral sobre este problema de indudable interés nacional, causado por un centro de decisiones en el exterior. Porque, los Informes de la CIDH en los que se pronuncia sobre presuntas violaciones de derechos humanos, son de carácter reservado, y con expresa prohibición al Estado de difundir su contenido (artículo 44.2 del Reglamento de la CIDH).
            Sin embargo, de las declaraciones del Ministro de Justicia, desde Washington, se sabe que la CIDH emitió un Informe sobre el caso “Chavín de Huántar”, que fue recibido durante el gobierno de Alan García; que en este gobierno de Ollanta Humala se ha solicitado a la CIDH dos prórrogas para poder estudiar la problemática que se plantea.
Los Informes de la CIDH contienen la visión de los dos grupos de sus integrantes: los 7 comisionados y una veintena de asesores burocráticos; de distintas nacionalidades pero con un común denominador: su público compromiso ideológico socialista, y haber militado en ONGs que se han caracterizado por ser profundamente anti-militares. Por lo tanto, en los últimos tres decenios la opinión de la CIDH, en materia de lucha contra el terrorismo comunista, ha tenido la lamentable tendencia de aplicar el llamado “derecho penal del enemigo” político. Censurando a las fuerzas armadas de los países hispano-luso-americanos, con todo el poder internacional posible, para destruirlas. Estos recursos están vedados por la ética de la función pública, nacional e internacional, y están censurados por el derecho penal universalmente. Sin embargo, todo depende de quién lo hace, y contra quién se hace. Así de sencillo.
            Qué tan grave puede ser lo que les espera a los militares de la operación de rescate de rehenes “más exitosa” del mundo. Pues, que las recomendaciones de la CIDH los relacionen con la violación de los derechos humanos de los terroristas. Pero, esto no es todo lo que puede pasar.
            Además, la CIDH puede entablar una demanda contra el Estado, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de San José de Costa Rica (Corte IDH). Y, así las “recomendaciones” puedan ser transformadas en “obligaciones imperativas” para el Estado.
            Finalmente, hay que reparar en que todo el equipo que el actual gobierno ha designado para atender las “recomendaciones” de la CIDH y defender los intereses nacionales ante la Corte IDH, provienen de las canteras de quienes en los últimos 25 años ó lucran ó se regocijan ideológicamente denunciando al Estado peruano, por las operaciones antisubversivas de nuestras fuerzas armadas. Lo que pone en duda la imparcialidad que tendrán en este embrollo, sobre todo cuando los interesados, o sea los mismos comandos militares y sus abogados, no participan ni en las sesiones ante la CIDH, ni en las audiencias ante la Corte IDH.

Publicado: Diario “La Razón”, Lima – Perú; jueves 27 de octubre de 2011; pág. 13

jueves, 20 de octubre de 2011

El Partido Popular Cristiano (PPC)

LA RAZÓN DEL DÍA

El Partido Popular Cristiano (PPC)
Director Jurídico de UnoAmérica

            El Partido Popular Cristiano (PPC) a sus 44 años de fundado está en vísperas de sustituir su máximo líder. Transitó gran parte de su existencia bajo el liderazgo de Luis Fernán Bedoya Reyes (“El Tucán”), en los últimos años ensayó funcionar bajo Lourdes Celmira Flores Nano (“La Lulú”).
            El PPC no ha dejado de ser un pequeño partido. Tres causas lo han limitado: Su naturaleza de partido político; su ideología demo-cristiana, y el nivel de sus liderazgos.
El pequeño partido no ha gobernado el país. Lo más cerca que estuvo fue en dos de los gobiernos de Acción Popular (1963 y 1980); porque en el tercero de ellos, el interinato del ex-democristiano Valentín Paniagua (2000), Acción Popular prefirió cogobernar con los “caviares”, con los que aún continúa como compañero de ruta.
            El PPC no es un movimiento político-cultural, ni es multitudinario. No ha despertado adhesión masiva de los pueblos del Perú. Es un pequeño partido, un reducido grupo perteneciente al pequeño sector del país que se auto-complace de tener opinión ilustrada, pero ajena a los intereses y las necesidades de las mayorías nacionales.
            El PPC se engendró en la Democracia Cristiana (DC), esa nefasta fusión de Catolicismo con Liberalismo, que en Sudamérica se transformó en socialismo por influencia de la teología de la liberación. Los democristianos de tendencia liberal optaron por fundar el P.P.C., con sensible ausencia de la doctrina social de la Iglesia.
            Las mayorías nacionales son militantemente contrarias a los partidos y a la clase política. Por lo que se explica la constante orientación de votar por fugaces políticos, que no surgen de los partidos (Odría 1956, Belaunde 1963, Fujimori 1990, Toledo 2000 y Humala 2011). El electorado peruano es pro-golpista, lo que explica el consenso favorable a los golpes de estado, sin importar su tendencia ideológica (Odría 1948, Pérez Godoy 1962, Velasco 1968, Morales Bermúdez 1975, Fujimori 1991 y la tentación Ollanta a lo largo de los últimos 10 años).
He conocido excepcionales personalidades de la DC y del PPC. Mi amistad con Rafael Cubas Vinatea y con Luis Giusti La Rosa, me permitió conocer la trampa doctrinal de la DC, y las miserias y malas prácticas del PPC. Nunca dejé de admirar a ambos de mis amigos, por haber soportado el enrarecido ambiente político de la DC y del PPC.
Los dos líderes históricos, el Tucán y la Lulú, han sido sistemáticamente derrotados en cuanta elección presidencial se presentaron. El colmo fue Lourdes Flores, que perdió hasta para alcaldesa de Lima (2010), frente a una contrincante que es un cero a la “izquierda”.
Lo que asombra del PPC es su persistencia institucional al desacierto. Actualmente su bloque parlamentario se desgasta en oponerse a toda iniciativa del fujimorismo. No hay mayor desatino político, que quebrar la oposición democrática frente a un gobierno de izquierdas marxistas, presidido por Ollanta, que busca el extremo y el exceso cada vez que se pueda.

Diario “La Razón”, Lima, jueves 20 de octubre de 2011, pág. 13

miércoles, 19 de octubre de 2011

Paradigma de Ministro de Estado

LA RAZÓN DEL DÍA

Paradigma de Ministro de Estado
Director Jurídico de UnoAmérica

            El paradigma es el ejemplo. Pero, la conducta asumida por la Ministra de la Mujer y Desarrollo Social, tras el homicidio por envenamiento de tres escolares, que consumieron alimentos administrados por ese ministerio, constituye el anti paradigma, porque no sirve para ser imitada.
            A los ministros les compete la dirección y gestión de los servicios públicos y son individualmente responsables de sus propios actos. Esto lo dice la constitución.
            Por su parte, Ollanta decía en su primer discurso en el Congreso: “dedicaré toda mi energía (…) para que borremos definitivamente (…) la exclusión y la pobreza construyendo un Perú para todos, atento siempre, en los más frágiles de nuestros hermanos. Exigiré el mismo compromiso y la misma energía a todo el equipo que me acompaña en el Ejecutivo.” Pero, antes de haber cumplido dos meses: ¿Qué pasó con aquella energía presidencial, en ese mismo recinto del Congreso? ¿Se le acabaron las pilas a la Ministra? ¿Qué impidió, a la alianza de partidos izquierdistas, honrar ese compromiso presidencial?
            Ollanta siguió su discurso: “La democracia peruana será plena cuando (…) la seguridad de nuestras familias constituyan el zócalo de nuestra nación (…) y la exclusión social desaparezca aún en los lugares más remotos del país (…). Asumiré este reto con mi palabra y con mi vida.” Qué lugar más remoto que el caserío El Redondo (distrito de Cachachi, provincia de Cajabamba, departamento de Cajamarca); al que Rocío Silva Santisteban, la ejecutiva de la Coordinadora de los ONGs de DDHH califica como el lugar al que “no llega nadie”.
¿Y la Ministra? Le dio soroche (mal de altura), fue incapaz de asumir su responsabilidad por aquella “dirección y gestión” que causó la muerte de tres niños pobrísimos, de un remoto caserío serrano, quienes para desayunar y almorzar dependían de los programas a cargo de la Ministra.
            El presidente Humala, insistió: “Asumo este reto como un desafío y como una promesa que expreso (…) especialmente ante mis hijos y ante todos los niños y niñas del país, que serán el futuro de esta nación. (…). Por ellos y para ellos voy a cumplir mi promesa de hacer de este país un lugar donde todos disfruten del mismo derecho a la plenitud y a la felicidad, a una vida digna y a una vejez protegida.” Hay tres niños de Cachachi que han sido eternamente excluidos de dar testimonio del cumplimiento de esta promesa.
Ollanta hablo en Lima, el 28 de julio, y fue desdibujado por la Ministra, en setiembre, antes de dos meses. La Ministra prefirió defenderse a sí misma, a capa y espada, es decir, con su “portátil” (manifestantes jornaleros) y con la mayoritaria parlamentaria.
¿Qué causó que la Ministra de izquierdas empleara un razonamiento desvalorizando su misión y dañando al gobierno que la sostiene?
Aída García Naranjo, hay que reconocerte que tú has inaugurado la fase impopular y decadente del gobierno de Ollanta.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, jueves 13 octubre 2011, pág. 13

Alcahueterías con el comunismo de Cuba

LA RAZÓN DEL DÍA

Alcahueterías con el comunismo de Cuba
Director Jurídico de UnoAmérica

            Cumplido un par de meses, el gobierno de Ollanta ha enviado una delegación altamente representativa, encabezada por la primera vicepresidenta de la República.
            El motivo que consta en la resolución que firma el presidente Humala, es para “una visita de trabajo” con relación a la “agenda bilateral en materia de cooperación”.
Cuba está gobernada por un régimen comunista, que se instaló en 1959, hace 52 años, y la camarilla de los hermanos Castro se ha mantenido en el poder a sangre y fuego, constituyéndose en el régimen de mayores violaciones a los derechos humanos de América.
Además, el régimen comunista cubano ha asido agresor del Perú, atentó contra nuestra paz y nuestra seguridad nacional, adiestrando jóvenes peruanos en técnicas guerrilleras, envenenándolos con la ideología mortífera del marxismo-leninismo y financiándoles su retorno al Perú para dar inicio a la guerra revolucionaria.
Bajo la sombra del comunismo cubano se inauguró en nuestro territorio la guerra de guerrillas, instrumento y método comunista por excelencia para ganar el poder. Como consecuencia muchos peruanos murieron, por responsabilidad y culpa del régimen castrista. Sin embargo, por ese daño causado, el gobierno de Cuba nunca ha pedido perdón al Perú, ni ha reparado los daños infringidos a las familias que enlutó. No ha habido comisión de la verdad, ni reparaciones.
No ha sido una nota que cause gusto, la participación de la primera vicepresidenta del Perú en una ceremonia al pie de un monumento con el rostro del vil asesino Ernesto Guevara, alias el “Che”. Jefe de los campos de concentración y de exterminio “La Cabaña” y “Guanacahabibes”, símbolos imperecederos del holocausto cubano.
Él, el “Che” Guevara no murió en pro los derechos humanos de nadie, sino arremetiendo y atentando contra los derechos humanos de los pueblos hermanos de Hispanoamérica. Tras la caída de Batista, quien co-gobernaba con el Partido Comunista Cubano, el “Ché” Guevara se constituyó en juez y verdugo de los principales líderes de la juventud católica cubana y de los valientes disidentes cubanos, clérigos y religiosas, que se enfrentaron al paredón de fusilamiento, si es que no eran cruelmente asesinados por las propias manos del excéntrico guerrillero de origen argentino.
Por eso, cuando hay acciones que ocultan y encubren los actos reprobables, se dice que es una alcahuetería. Así he querido titular este artículo de opinión, no por insultar a nadie, sino para describir que no hay mayor alcahuetería que intentar encubrir el genocidio castro-comunista, exigiendo a la comunidad internacional el reconocimiento pacífico de un régimen que nació y creció maquinando y destrozando los derechos del pueblo cubano y de la Iglesia Católica cubana.
El régimen del histriónico Fidel Castro ¿qué puede enseñar al Perú en educación y en cultura, en deportes y en salud? Siendo, como lo es, el responsable de la peor involución democrática de Cuba.
Diario “La Razón”, Lima, jueves 6 de octubre de 2011, página 13