viernes, 27 de enero de 2017

Lava Jato es la corrupción de las izquierdas - La Razón

Lava Jato es la corrupción de las izquierdas
Sergio Tapia

El mayor escándalo de corrupción en Brasil y con inocultables efectos en otros muchos países, no se agota ni termina en investigar al conglomerado de empresas Odebrecht, ni a la otra decena o más de empresas brasileras inmiscuidas en prácticas de sobornos y lavado de dinero para políticos de izquierda.

La corrupción política a escala internacional fue promovida por el gobierno socialista de Brasil presidido por Lula y por su Ministra de Energía Dilma Rouseauff, que es actualmente la presidenta de Brasil; ellos ejecutaron un plan de corrupción a partir de la mayor empresa de Brasil: Petrobras.

La intención fue financiar las campañas políticas de las izquierdas en Brasil. Luego la tecnología delictiva se trasladó a las izquierdas latinoamericanas, a Inglaterra, a los EEUU y a África. Sin duda, destaca como empresa líder de las corruptelas, la constructora Odebrecht, pero son al menos 14 empresas brasileras más que aún falta investigar certeramente.

El mecanismo de conexión política entre la corrupción de la “Operação Lava Jato” (la operación lavado a presión u operación autolavado), se vincula muy estrechamente con el Foro de Sao Paulo.

¿Qué es el Foro de Sao Paulo? Es la nueva organización internacionalista, construida a iniciativa de Lula antes de ser presidente, y bajo la dirección estratégica del régimen cubano el “Caín de Latinoamérica”. La iniciativa prosperó tras la caída del mundo comunista. El Foro de Sao Paulo, con las tecnologías desarrolladas para robar a los estados, logró financiar las campañas políticas en nuestra Región continental, y le redituó porque conquistó el poder en 12 países. Además, aún falta investigar los dineros públicos sustraídos del Estado venezolano, malversado en sostener campañas políticas en países ajenos.

En la última reunión de partidos de izquierda afiliados al Foro de Sao Paulo, realizada en junio del 2016 en El Salvador, curiosamente en el documento final suscrito no se rechaza ni se repudia la corrupción engendrada al interior de sus organizaciones. Con gran hipocresía y cinismo solo se condena a los Estados Unidos porque los investiga y a todo organismos público o privado del continente que promueva investigación contra ellos: ¡Qué tal conciencia moral la de los zurdos!

Aquí ya empieza a brotar la pus de la corrupción en las izquierdas: políticos, partidos, gobiernos y, curiosamente, en organizaciones de prensa y círculos periodísticos. Pero, como la mejor defensa es el ataque, en lugar de declaraciones de perdón y arrepentimiento, aún se conducen con soberbia y arrogancia, acusando a otros, a sus enemigos ideológicos y haciéndose los desentendidos de sus propias culpas y vicios. La misma estrategia que los gobiernos cubano y venezolano, y el de Correa en Ecuador: silencio absoluto sobre todo lo que les comprometa, con censura de prensa o complicidad de ella, y por supuesto bastantes ataques e infundios contra el enemigo político.

Por eso extraña que en el Perú la persecución penal se oriente sólo contra funcionarios no vinculados a gobiernos ni a partidos de izquierdas. Dado que la culpabilidad penal, la información calificada y el debido discernimiento de responsabilidades, reposa instalado en la dimensión ideológica de las izquierdas partidarias y culturales.

Hay consecuencias políticas graves para nuestro sistema republicano, que ha demostrado inmensa vulnerabilidad. Por lo que la tragedia moral de la vida pública nacional, certero ataque demoledor de las izquierdas; nos debe convocar a trabajar por la Refundación Republicana, transformando el Estado, restaurándole las libertades representativas a la sociedad, restaurando la dignidad humana especialmente de quienes requieren atención supervisada: niños y madres, matrimonios y familias, y capitalización de los trabajadores asalariados.

De no hacerlo, o si demoramos en empezar; la otra opción es la senderista-MOVADEF, ofrecida desde los orígenes del terrorismo en los 90s: construir desde los escombros del antiguo régimen, la república de nueva democracia estilo pol-potiano.

Estamos convocados, por exigencia de nuestra supervivencia individual y social, cultural y patriótica, moral y religiosa.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 27 de enero de 2017, p. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

viernes, 20 de enero de 2017

Cadena perpetua contra el general Morales Bermúdez - La Razón

Cadena perpetua contra el general Morales Bermúdez
Sergio Tapia

            No me sorprende que el proceso judicial instaurado en Italia contra el general Morales Bermúdez, hay concluido sentenciándolo a cadena perpetua.
Una vez más la justicia, tuerta por la ideología socialista y enceguecida por el odio de la subversión comunista, le cobra al ex-presidente del Perú Francisco Morales Bermúdez.

Las semblanzas que circulan del general, dan cuenta de sus altas calificaciones como estudiante escolar, cadete militar y oficial-alumno en diversas maestrías en el exterior. Su historia familiar lo entronca con la estela militar y la vida política, su bisabuelo fue combatiente en la Guerra del Pacífico, posteriormente perteneció a las filas políticas del héroe nacional Mariscal Cáceres, y fue presidente del Perú a finales del siglo XIX.

El mismo general Francisco Morales Bermúdez, fue ministro del entonces Ministerio de Hacienda y Comercio (hoy Economía y Finanzas), y lo fue en dos oportunidades: en democracia en 1968, durante el gobierno de Fernando Belaunde, y desde 1969 con el gobierno de facto de Velasco Alvarado.

Llama la atención que en el gobierno inaugural de Acción Popular, que se caracteriza por el activismo descollante de sus partidarios, fuese un militar en actividad, no partidarizado, el ministro seleccionado políticamente en temas de economía.

Fue presidente de la República de 1975 a julio de 1980, mediante un pronunciamiento de las Fuerzas Armadas, para reemplazar a Velasco Alvarado, debido a su deformado gobierno socialista. Durante la administración del general Francisco Morales Bermúdez, se allanaron los caminos para la restauración de las libertades políticas y electorales. Es un restaurador del sistema partidocrático, y el liquidador de la revolución socialista impuesta en el Perú por los comunistas y socialistas de múltiples agrupaciones marxistas. Este es su demérito para entender la sentencia italiana que avergonzará su sistema judicial. No es un militar de izquierda, no goza de los privilegios y fueros que las izquierdas globalizadas saben dispendiar a los suyos (como a Fidel Castro en Cuba, Juan Velasco en el Perú, los miles de terroristas beneficiados con rebajas de penas e indultos en nuestra Patria y Hugo Chávez en Venezuela).

Jurídicamente poco se puede analizar de una sentencia de la que sólo se han distribuido las 3 páginas que contienen las condenas. Los fundamentos serían puestos a conocimiento público en tres meses más.

Mientras tanto, hay que recordar que la extradición solicitada por Italia al Perú fue oportunamente desaprobada, el juicio es violatorio de principios como el de juez natural y juez competente por razón del territorio, y también viola el privilegio de la protección de las leyes penales del Estado peruano a sus ciudadanos, también sobre la prescripción de la acción penal.

Del lado contrario, los principios son la justicia universal suscitada por el destituido juez español Baltasar Garzón por la que cualquier juez ideologizado puede condenar a quien sea en este mundo; la aplicación inmisericorde del derecho penal del enemigo (ningún derecho ni piedad al enemigo ideológico del comunismo), y la deformante interpretación de los derechos humanos por los socialistas infiltrados en organismos internacionales. Desde esta suma de fatídicos errores, se explica esta sentencia.

Y, un factor más, durante el proceso se observó el gran interés de su promotor Raúl Fernando Séndic, actual vicepresidente de Uruguay, quien ha utilizado recursos estatales de su gobierno para influir en el sentido de la sentencia. Cabe recordar que él es un militante comunista, hijo del fundador del grupo terrorista Tupamaros del Uruguay; hoy es el vicepresidente de la nación uruguaya.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 20 de enero de 2017, pág. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

La ilegitimidad política de PPK - La Razón

La ilegitimidad política de PPK
Sergio Tapia

            El más grave problema político-jurídico de gobiernos y regímenes es el de su legitimidad. La legitimidad puede ser de origen o de ejercicio.

La legitimidad de origen mira el cumplimiento de la formalidad en la sucesión de los gobiernos. Y, en esta perspectiva, la presidencia de PPK no ha sido cuestionada, aun cuando sus opositores hacen mayoría en el Congreso.

La legitimidad de ejercicio, es más importante, porque observa cómo se gobierna, qué fin o propósito tiene en miras la autoridad política. La legitimidad de ejercicio es de mayor importancia que la de origen, porque es la dimensión que pone en juego el fin de la sociedad y del estado, así como el bien común. Ponderar la legitimidad de ejercicio de PPK, en su primer semestre de presidente, lamentablemente no da resultados positivos.

Para explicarse qué ha venido sucediendo durante el primer semestre gubernamental de PPK, es necesario discernir como una causa remota su inclinación a las izquierdas, una vez obtenido los resultados favorables en la primera vuelta. No ha de olvidarse que PPK expresó al periodismo, el 11 de abril, su deseo de visitar en la cárcel al dirigente marxista Gregorio Santos, ese obstruyó una importante mega-inversión en minería en Cajamarca y que permanecía preso por corrupción como presidente regional. Al instalar su gobierno, PPK ha sido permisivo a las influencias de las izquierdas que regentan importantes ministerios.

Hay ausencia de legitimidad en las decisiones adoptadas por PPK y su consejo de ministros, porque ha legislado injustamente (y ha decidido ilegítimamente medidas de gestión ministerial) en materia de vida humana, noción de persona, fortalecimiento de la familia y promoción del matrimonio verdadero. Es un profundo error político de PPK en el ejercicio de su gobierno.

Frente al gobierno que se ilegítima por la medidas que adopta, se justifica la resistencia ciudadana. La Constitución denomina “insurgir”, lo que en castellano se dice sublevarse. Hay diversos grados de resistencia, exigir la derogación de los decretos y no acatar su cumplimiento, son las dos primeras expresiones de la resistencia. El primer grado de la resistencia ciudadana ya viene sucediendo, desde hace tres semanas, en Lima y provincias, mediante plantones, marchas, actos de oración públicos, exhibición de banderolas en puentes urbanos, etc.

El Congreso atento a la voz del pueblo ofendido, debe de intervenir y dejar sin efecto los decretos que imponen la visión de la ideología de género en el orden individual y social. El Congreso debe intervenir con prisa y sin pausa, frente a los decretos legislativos perversos

Salvaguardar el orden político-social del Perú es una exigencia ineludible de la representación popular mayoritaria que ostenta este Congreso de la República.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 13 de enero de 2017, pág. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

viernes, 6 de enero de 2017

Es remediable la corrupción en la política - La Razón

Es remediable la corrupción en la política
Sergio Tapia

La partidocracia es sustituta de la democracia. Que, engendra connivencia, suscita subjetivismo, promociona intereses de grupo, abona la visión sectaria y predispone a imponer la injusticia. La partidocracia degrada porque prioriza el partido frente a la Nación, porque no promueve el bien común, porque inflama afán de poder y porque no está al servicio de la persona humana mediante las funciones de Estado. Ejemplo vil de partidocracia, en nuestros días, es la imposición de la ideología de género por el gobierno de PPK.

La partidocracia es estrechez mental; sólo ve, reconoce y censura la corrupción del oponente. Nunca la propia, ni la de los adláteres. Lo que socava las bases del orden político; caricaturiza y falsifica la democracia. Es ilegitimidad y delincuencia al gobernar, es mediocridad sin virtudes y es conducta pública maliciosa. Es servirse del poder.

Es indignante la deshonestidad de los políticos. Quienes nos perjudican con su mentira, inmoralidad y latrocinio. La deshonestidad campea en la política. La mentira es “la” conducta políticamente correcta. La inmoralidad es marca y sello en los políticos. Se apetece la política, para robar.

¿Hay que dar término a esta putrefacción de la política? Platón decía que la mediante la ley se educa al adulto. Recuperemos el valor de la ley para respetarla. Dar contenido a la ley para que tenga valor. Exigir que la ley consagre la realización del bien, y disponga que el mal sea evitado. La ley debe edificar al ciudadano por la virtud, y otorgar fuerza al político para que haga el bien y evite el mal.

Es indispensable exigir al político que discierna, sostenido por la ley natural y por la ley positiva legítima, para que elija con base en valores e ideales.

Cambiar la política, es cambiar el contenido de los políticos, dándoles sustancia a sus conciencias.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 6 de enero de 2017, pág. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/