Canciller
Roncagliolo, marxismo y DDHH
SERGIO TAPIA TAPIA
Director Jurídico de UnoAmérica
En
el escenario del proceso que afecta a los militares a quienes debemos el
rescate de los rehenes de la residencia del embajador de Japón, destaca Rafael
Roncagliolo, por ser el jefe de la diplomacia peruana, cuyo rol será
determinante ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, tribunal que
juzgará al Estado peruano a través de la conducta de nuestros comandos.
Roncagliolo
es un veterano marxista. Contó con el patrocinio de DESCO, una ONG próspera durante
el régimen socialista de Velasco Alvarado.
A
Roncagliolo, la Universidad de Lima le publicó en 1981 una separata titulada “Sobre el concepto de ideología”, para
los alumnos de Comunicaciones. Las primeras frases impactan: “todos hablamos (y hacemos) ideología aún
sin saberlo. Hay una omnipresencia de la ideología (…). No creemos, por lo
tanto en la neutralidad comunicativa, ni el concepto tradicional de objetividad
periodística; como tampoco en la neutralidad pedagógica”.
Luego,
Roncagliolo se va en tinta en el capítulo “La
Tradición Marxista”. Cita a Martha Harnecker, la chilena viuda del jefe de
la inteligencia cubana Manuel Piñeiro y actual asesora política de Hugo Chávez.
Además, refiere al comunista francés Louis Althusser, quien en 1980 estranguló
a su cónyuge pero logró impunidad gracias a la izquierda francesa, porque su
crimen fue calificado como un acto de locura.
La
tramoya histórico-política es irónica para las intimidades de Roncagliolo, su viejo
marxismo habrá de ceder, por tener que asumir su rol ministerial, defendiendo la
causa de nuestros comandos Chavín de Huantar, y contradecir la causa de los marxistas
que fueron secuestradores armados, y no víctimas de derechos humanos.
Diario “La Razón”, Lima,
jueves 26 de abril de 2012, pág. 6