Revolución
y subversión
SERGIO TAPIA T.
La
Revolución es el fin que se han propuesto los subversivos, guerrilleros y
terroristas. Por la Revolución mundial se ha sacrificado millones de personas,
en los tres últimos siglos. Permanece en el misterio que, a estas víctimas, no
les amparen los derechos humanos.
Subversión
es trastrocar el orden. El orden es político, social, económico y cultural.
Ellos son apetecidos por la Revolución para subvertirlos.
La
familia es la célula básica de la sociedad, como la empresa lo es de la economía.
La amenaza subversiva, se torna grave, cuando afecta a las células básicas del
orden social: la familia y la empresa.
Para
subvertir el orden político-social-económico-cultural, no se requiere disparar ni
un balazo.
La
guerrilla es el contingente militar de la Revolución, y el embrión del nuevo
estado que la Revolución intentará imponer. La guerrilla es guerra civil al
servicio de la Revolución.
El
terrorismo acelera un proceso subversivo. La concientización ideológica (lenta,
y de aceptación libre y voluntaria), se la sustituye amedrentando, aterrorizando.
La guerrilla en el Perú, desde los 80 continúa vigente hasta hoy, por estar complementada
con terrorismo.
La víctima
del terrorismo no es quien muere en el atentado; es el que sobrevive,
atemorizado y doblegado a la Revolución.
Al mayor
ente criminal se le oculta su verdadero nombre: Partido Comunista del Perú. Se
le apoda “Sendero Luminoso”, que no es por quien se mata y se muere en el Perú,
desde hace 32 años.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, jueves 15 de noviembre de 2012, pág. 6
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