Desmantelar
la justicia caviar anti-militar
SERGIO TAPIA T.
En uno –de los varios gobiernos bajo influencia caviar
que venimos padeciendo–, se creó un subsistema judicial inédito en la tradición
jurídica del país. Desvinculado de la estructura del Poder Judicial. Inobservante
de la elemental exigencia de imparcialidad de los jueces. De clara connotación
ideológica del neo-marxismo gramsciano.
Es la
justicia penal “supraprovincial”, que usufructúa el centralismo limeño,
conformada por un puñado de jueces y fiscales que “alguien” ameritó desde el
exterior del poder judicial.
Ante
tan reducido grupo de magistrados, se agotan la primera y segunda instancias de
todos los procesos judiciales que controlan.
No
son especialistas en materia militar contrasubversiva. Más bien se muestran
prejuiciosos, perversamente confunden una patrulla militar con una banda de
delincuentes. En contraste, tienden mano blanda para re-juzgar terroristas, disminuyéndoles
las condenas ó absolviéndolos.
Sin
control alguno por el Poder Judicial, este grupo de jueces y fiscales reabren casos
cerrados por la Corte Interamericana (como “Cayara”), y tergiversan sentencias
de la Corte Interamericana en casos que no calificaron como graves violaciones de
derechos humanos ni lesa humanidad (como “El Frontón”).
El subsistema utiliza la presión mediática, antes de
notificar a los abogados defensores. Publicita las actuaciones procesales en “el diario que siempre miente, y que a veces
dice la verdad” (La República, 8 de enero, pág. 13).
El viejo anhelo de una reforma judicial, debe iniciarse impostergablemente
con el desmantelamiento del subsistema judicial “supraprovincial”, prejuicioso y
parcializado, erigido para gracia y favor de los ONGs.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, jueves 10 de enero de 2013, pág. 8
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