Bilateralismo
socialista y Réquiem revolucionario
SERGIO TAPIA T.
La injerencia cubano-comunista está en auge. El
intervencionismo alentado por el internacionalismo socialista, se practica por un
exclusivo club de presidentes; especie de logia que les asegura el sillón
presidencial a cada uno. La “dictadura
del proletariado” encontró el elixir para perdurar, mediante el re-eleccionismo
sin fin demo-liberal.
Bilateralidades: Venezuela
y Ecuador son anverso y reverso de una misma realidad ideológica, de usurpación
y autoritarismo socialista. Sus figuras presidenciales tienen similitudes: Maduro
y Correa tienen un perfil psico-pático-político que los asemeja.
Las soluciones a las recientes crisis con Venezuela y con
Ecuador, mancillan nuestra dignidad nacional. Ha habido carencia de vigor
gubernamental, demasiada subordinación de nuestro canciller caviar a sus compromisos
ideológicos y ausencia de profesionalismo diplomático.
Maduro
no cesará de embestir al gobierno de Ollanta, cuando los intereses revolucionarios
así lo determinen. Y, Correa, no garantiza la estabilidad de nuestras
relaciones con Ecuador; pues, el megalómano presidente demuestra tener prioridades
invertidas.
Réquiem por un revolucionario,
el fallecimiento de Javier Diez Canseco dio lugar al desacierto –en el que Lourdes
Flores acostumbra a destacar insistentemente–. Honrar la memoria de una persona,
por el sólo hecho de haber sido coherente con sus ideas, es éticamente erróneo y
políticamente grave. Porque, la ejemplaridad se pondera por el valor que tienen
los ideales a los que uno sirve. No por adherir a un sistema ideológico perverso
y cruel, como es el comunismo. Nunca el compromiso con ideales perniciosos,
hacen a alguien admirable ni imitable.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, jueves 9 de mayo de 2013, pág. 8
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