POLITICA HOMÓFONA
SERGIO TAPIA T.
Las
palabras homófonas son las que se pronuncian igual, pero tienen significado
diferente (también su escritura). Son homófonas: “votar” y “botar”.
Votar significa elegir a un
candidato, para que ingrese a los
altos círculos del gobierno del Estado: presidencia, Congreso. Botar es expulsar a alguien.
La
Política (con “P” mayúscula) es una de las más sublimes expresiones del
espíritu humano. Aristóteles magistralmente hace comprender lo excelso de la
esencia política del hombre. Pero, en el ejercicio político del día-a-día, se verifican
las más aborrecibles actitudes, los planes más ruines, las intenciones más
abominables y las más monstruosas realizaciones.
Basten dos siglos de
muestra: El siglo XVIII, llamado “el
siglo estúpido”, y el siglo XX, centuria antihumana del cinismo relativista.
Pero,
si la Política (con “P” mayúscula) es excelsa realización del espíritu humano.
¿Cómo es que la política (ésta, sí, con “p” minúscula) pueda llegar a niveles inimaginables
de degradación e inhumanidad? ¿Cómo explicar el terrorismo jacobino en los
albores de la democracia moderna? ¿Cómo entender el genocidio de la Vandée, luego
de tres años de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de
1789? ¿Qué decir de la persistente tolerancia de las clases dirigentes europeas
ante el desarrollo bélico del nazismo alemán? Cómo explicarse el auspicio de
las oligarquías internacionales al gran genocidio marxista internacional!
En
el juicio histórico, las más de las veces los cómplices son tanto o más
responsables que los perpetradores.
Estamos
en etapa electoral, que adopta la práctica de ofertar y transigir, de rebajar y
rematar. Siendo el objeto de esas transacciones los caros valores esenciales
del bien común y la dignidad humana, mediante la puesta en juego de nuestro
destino histórico subordinándolo a decisiones imprevisibles durante los
próximos cinco años.
¡Cuidado
con la etapa electoral! Es una oportunidad para las palabras homófonas, aquellas
que sirven para simular propuestas positivas y aceptables, pero que significan exactamente
lo contrario.
Publicado en el diario “La Razón”, Lima, 12 de febrero de 2016, p. 6
Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/
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