Género: Ideología o dictadura
Sergio Tapia
Estas reflexiones las dedico en memoria
del sacerdote Juan Claudio Sanahuja, recientemente fallecido el 23 de diciembre
en Buenos Aires. Un prócer en materia de denuncias sobre los orígenes
siniestros de la ideología de género. Publicó diversos libros, cuyos títulos
revelan originales perspectivas de la novísima dictadura de género: “El gran desafío, la Cultura de
la Vida contra la Cultura de la Muerte” (1995), “El desarrollo
sustentable” (2003), “¨Poder Global y Religión Universal” (2010,
y 2016 edición post mortem), “El gran
desafío” (2014). Asimismo fue promotor y editor del servicio de
información, por vía electrónica, “Noticias
Globales” desde 1998, dedicado al seguimiento y análisis de la gestación de
los documentos que sobre género y en general la anti-vida elaboran los
organismos internacionales, como la ONU y la OEA. Además, desde el 2001 editó “Notividas”,
con similar contenido en relación a la producción legal y actuación política en
la República Argentina.
El tema es de actualidad particular en el Perú, debido al inusitado
empeño del presidente PPK, que con muy escasos meses de gobierno juega su
estabilidad política y las condiciones de gobernabilidad. PPK lo apuesta todo, para
imponer la ideología de género, mediante un plan educativo gestado desde hace
años por el gobierno de su predecesor (el socialista Ollanta Humala).
Este afán de imponer a toda costa, de manera transversal en
todo el currículo escolar, a los niños desde los 3 años de edad; revela la
transformación de la ideología de género en dictadura político-cultural. Contra
los artículos 1, 13 y 16 de la Constitución Política; PPK pretende dictar
contenidos educacionales, tergiversando la sexualidad humana, contrariando la
opinión de los padres de familia, el sentir mayoritario de la ciudadanía y la
libertad de enseñanza de las instituciones educativas.
Las consecuencias son indeseables para la República, porque
hiere sustancialmente la legitimidad del gobernante de turno. Además, de ser un
peligro, pues, toda dictadura conlleva persecución y penalización en perjuicio de
quienes se atrevan a disentir y resistir.
De otro lado, el género como clasificador de seres humanos,
es una ideología. Porque es una múltiple equivocación: ontológica, antropológica,
biológica, genética y moral. Es un error perversamente presentado como verdad. Igualito
que el marxismo y el nazismo, ambas ideologías también.
Como toda ideología, es un reduccionismo de la verdad
científica y de la comprensión metafísica de la realidad. Esto es la visión de
género.
Parte de Europa experimentó la aplicación del cruel programa
de transformaciones nazi, y lo penalizó universal e imprescriptiblemente. También
el mundo ha sufrido –y algunos países aún lo sufren, entre ellos el Perú-, la inhumanidad
de la imposición de la ideología comunista, que aún está a la espera de ser
debida y convenientemente penalizada. Su demora se explica porque sus agentes
aún controlan circuitos del poder mundial y nacional.
Ahora, el gobierno del presidente PPK se caracteriza, en sus
inicios, por abanderar una revolución sexual. Lo que no estaba predicho, debido
al perfil personal de PPK y a lo que prometió electoralmente.
Se predecía que la presidencia de PPK, obtendría rápida y
eficazmente, la restauración del maltrecho aparato productivo multisectorial,
estrepitosamente venido a menos gracias al gobierno socialista e incapaz de
Ollanta Humala.
Pero, en economía la crisis sigue. Y, el gobierno le suma una
conmoción socio-cultural con la ideología de género, aplicada dictatorialmente.
¿Y el Congreso, fiscalizador? De vacaciones, hasta marzo.
Publicado en el diario “La Razón”,
Lima, viernes 30 de diciembre de 2016, p. 6
Blog (colección artículos publicados en
La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/
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