Villarán,
Lenin y Mao
SERGIO TAPIA T.
Lenin trastocó en Rusia la autoridad del Estado, imponiendo
los “soviets”, el gobierno por
asambleas, bajo el principio del “centralismo
democrático”; una combinación de palabras contradictorias, que hacen creer engañosamente
que se ofrece “democracia”, cuando en realidad se impone el autoritarismo, que
elogia la disciplina abusiva y la pérdida de la libertad.
Susana Villarán, como alcaldesa de Lima, se dedicó a promover
asambleas populares para gobernar, al estilo leninista con los “soviets”. Descuidó el gobierno edil y
la ciudad capital sintió el vacío de conducción. Los limeños reaccionaron
rápidamente para solicitar su revocatoria. Porque vieron que el fruto de la
ideología marxista de Villarán es ineficacia, improductividad y fracaso.
Todos los escenarios previstos por los partidos marxistas
que gobiernan Lima, han sido desacertados: Creyeron que los revocadores no
obtendría firmas suficientes, y las hubo. Creyeron que con manipulación legista
ante el JNE disolverían el proceso de revocatoria, y fueron jurídicamente
derrotados. Creyeron que el “SI” no
alcanzaría dimensión en las encuestas de intención del voto, y los que resultaron
pigmeos fueron los del “NO”. Contrataron
al carísimo “mago trotskista” de los
psicosociales, el argentino-brasilero Felipe Belisario Wermus alias “Luis Favre”, y no han impedido el
descalabro del “NO”.
Mao aconsejaba para las técnicas subversivas “Cuando el enemigo avanza, tú retrocede”.
Susana Villarán, disciplinada marxista, se puso recién a trabajar en algunas
cosas de su competencia, últimamente; pero demasiado tarde y sin sincera
actitud, por motivo de campaña electoral, sin intención de buen gobierno.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, jueves 7 de marzo de 2013, pág. 8
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