La bandera:
significado y actualidad
SERGIO TAPIA T.
La bandera
pertenece a los signos o señales, a los objetos sensibles (perceptibles por
nuestros sentidos), que significan y representan otras realidades ajenas a su mera
constitución material.
Hay
signos o señales que son naturales, como el humo que es la señal del fuego. Hay
signos artificiales o culturales (hechos por mano del hombre), como la bandera
que significa y representa la Patria. Hay signos mixtos, como el agua que es
signo de la limpieza, porque es en efecto la produce. En la dimensión
religiosa, los signos son los sacramentos, que representan y significan
eficazmente las realidades sobrenaturales, como el bautizo que con la aplicación
del agua sacramental limpia al alma de la suciedad del pecado, como la eucaristía
que con el pan y el vino, sacramental transformados, significan eficazmente la
nutrición espiritual.
Mañana
7 de junio, celebramos en el Perú el día de la bandera. A través de ella,
rendiremos homenaje a nuestra Patria.
La
Patria es la tierra de nuestros padres, es herencia del ayer y no transformable
en el presente. La Patria engloba dos realidades, la histórica y la territorial
o geográfica. Pues, la persona humana no es un ser desarraigado, nace y vive y
muere en algún lugar. La pertenencia al lugar le genera un relación de
identidad, que se perfecciona con la propiedad del mismo.
Por
eso, las doctrinas socialistas y comunistas con un gran disparate, cuando las emprenden
para restringir o sofocar la propiedad privada. Nunca han dado resultado, por
más millones de asesinatos impunes que han producido.
El
mejor remedio para preservar la propiedad, es difundirla, y lo peor es
concentrarla en unos pocos o en el Estado.
Hay
actualmente una iniciativa del Poder Ejecutivo para que el Congreso la apruebe
como ley, intentando desestabilizar la pequeña minería y la minería artesanal.
Craso error y desatino político, porque debilita nuestras clases medias
provincianas emprendedoras, favorece el estatismo, tiende al socialismo de los
medios de producción y con el tiempo a la concentración de la producción minera,
en lugar de difundirla.
La
propiedad privada se cura en salud, haciendo del Perú un país en el que todos
sean propietarios de algo. Este es el remedio contra la estatización.
En
cuanto a la minería, hay que hacer que en esta actividad extractiva participen
todas las escalas y dimensiones productivas: los grandes y los pequeños, los extranjeros
y también los nacionales.
Hoy los
que vivimos en el Perú, somos la Nación, que con nuestros aportes, la acción
eficaz, el heroísmo de algunos y la generosidad de muchos, estaremos conformando
un patrimonio inmaterial para transmitirlo a las generaciones que nos
reemplacen.
La
Patria es lo que recibimos de las generaciones de ayer, para imitar la
ejemplaridad de sus figuras más señeras: nuestros santos, nuestros héroes,
nuestros científicos y letrados, y a todos los que aportaron a edificar ese
patrimonio inmaterial y trascendente que es el Perú.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, viernes 6 de junio de 2014, pág. 6
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