Y va a caer… y cayó
SERGIO TAPIA T.
Acabó el mandato
presidencial del ciudadano Pedro Pablo Kuczynski Godard (cuya pronunciación y
escritura a-castellanas los peruanos la resolvieron con la abreviatura: “PPK”),
con menos de un tercio del período cumplido, renunció la víspera de la
consumación de un procedimiento de vacancia por permanente incapacidad moral
seguido ante el Congreso de la República. Es decir, deja de ser presidente por
angas o por mangas, sí o sí, de todas maneras.
Los hechos que precipitaron
la crisis política, son moralmente graves y con contenido penal. Constan en filmaciones
no cuestionadas por sus causantes directos, entre los que se cuentan -además
del Presidente- la segunda vicepresidenta de la República, ministros de estado,
congresistas de dos bloques partidarios colaboracionistas entre sí,
funcionarios públicos y hasta el abogado defensor del presidente que ejerce
independientemente.
Los hechos son escandalosos,
porque son inmorales y condenables, porque se han revelado al público lo que ha
impactado en la Nación y ha suscitado indignación ciudadana. Es porque el
presidente de la república es el Jefe del Estado y personifica a la Nación. Es quien
concretiza en su persona la mayor autoridad sobre todos los habitantes del Perú,
y representa a todos los peruanos. PPK portaba una dignidad suprema, que
mancilló y dispendió. Irresponsablemente liquidó su capital moral, que es base
y sostén de la legitimidad para el ejercicio de la política.
Para discernir las causas
del deterioro progresivo, en los primeros 19 meses de gobierno, ha de tenerse
en consideración: (1) La falta de seriedad de PPK en sus presentaciones
públicas: (i) Ironías desacertadas y exhibicionismo burlesco ante el periodismo;
(ii) El “bailecito” que inauguró como presidente -nunca antes mostrado en su
larga vida- que fue rechazado por la prensa y la ciudadanía; (iii) En un país de
tantas carencias y de mucho trabajo mal remunerado y pésimamente compensado, PPK
inicio su gobierno exhibiéndose con su consejo de ministros haciendo gimnasia
en el patio del palacio presidencial antes de sesionar, todos con vestimenta
deportiva cara y zapatillas de marca, una falta de tino espantosa; (iv) Luego sustituyó
esa actividad, por la de practica de natación, cotidianamente, y dentro del recinto
de un club, dando la percepción de no dar atención a sus altas
responsabilidades.- (2) Incurrió en perjuro al Consagrar su gobierno y la
Nación al Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, el 21 de
octubre de 2016, en la doceava semana de gobierno, lo que indignó al pueblo
cristiano católico que en el Perú es mayoría.- (3) Incapacidad permanente para
crear condiciones de gobierno con eficacia, PPK se inició en las lides
políticas hace 60 años, participando en altas responsabilidades estatales en
los gobiernos de 1963-1968, 1980-1985 y 2001-2006, participó en las campañas
electorales del 2011 y 2016, y se descalabró sin concluir su período
presidencial 2016-2021 por su pésimo gobierno, su desacertado equipo
ministerial y la carencia de equipos de gobierno y de estructura partidaria.-
(4) Promocionó la ideología de género en la educación y en las diferentes
esferas estatales, inobservado los derechos de los padres de familia y creando
tensión con sectores nacionales importantes, los que tomaron las calles en
muchas ciudades del país para expresar diversas formas de resistencia política
contra la inmoral e injusta intromisión estatal.
No puedo callar otros
grados de responsabilidad que causaron de alguna manera el acceso de PPK a la
presidencia: Mayoritariamente son los que votaron por PPK guiados por la
irracionalidad del prejuicio contra el otro candidato, y de otro lado, un
individuo en particular –de quien ya se dice que suele equivocarse en política
a menudo– influyó en un sector de creyentes de la iglesia para que deriven sus votos
a favor de PPK, a sabiendas del riesgo de la ideología de género en su plan de
gobierno, porque se encandiló con la frase de PPK “A Bruce lo convoqué por el
techo, no por el lecho”.
Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 23 de abril de 2018, p.
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