Sentenciaron contra los DDHH del concebido
SERGIO TAPIA T.
La
Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), es un organismo de
derecho público internacional, es decir, no es una ONG. Aunque suelen insertarse
en ella los activistas de ONGs radicales e ideologizadas; inspiradas en los contravalores
del naturalismo, el historicismo y el relativismo, que las hace subversivas por
su compromiso con la praxis marxista.
Las
ONGs son asociaciones de personas de naturaleza privada, y responden a
iniciativas surgidas de algún interés. En tanto que, la Corte IDH la integran
siete miembros, elegidos por más de 30 gobiernos, reunidos en asamblea general
de la Organización de los Estados Americanos (la OEA). En su labor, estos
magistrados deben de responder a sinceros criterios de honestidad y
responsabilidad, porque son los encargados de interpretar los tratados de DDHH.
Pero,
por sus sentencias podemos lamentar que la Corte IDH se ha reducido a instrumento
de intereses ideológicos, en especial a la Ideología de Género y de la Cultura
de la Muerte, que es de fuerte impregnación marxista.
La
Corte IDH ha condenado como violador de derechos humanos al Estado de Costa
Rica por tener una legislación protectora de la etapa embrionaria de la persona
humana: ¡¿Qué?!
Y, lo ha condenado por no
proteger a la “familia”: ¡Qué infamia!
Los jueces firmantes de
esa sentencia decidieron contra la letra del tratado, que juraron cumplir y
hacer cumplir.
La Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en su artículo primero, establece que el derecho a la
vida debe ser protegido desde la concepción. Pero, los jueces de la Corte IDH
con un juego de palabras (sabiendo que el papel aguanta todo), identifican confusamente
“concepción” con “implantación” del óvulo fecundado. Lo que para las ciencias
(antropología filosófica, biología, bioética, etc.) es un craso y mayúsculo
error.
Pero, en esos jueces de
la Corte IDH no hay error, hay intención ideológicamente motivada, para inferir
una grave ofensa a la dignidad humana de todos los hombres de América Latina.
La sentencia de marras es
permisiva a la práctica de la fecundación in vitro por motivos de “género”, no
hace caso a la magistral y reiterada distinción lingüística dilucidada por la
Real Academia Española: los seres humanos tienen sexo, y las palabras son las
que tienen género.
Por lo que la Corte IDH
ya se alineó con la babilónica táctica de la Ideología de Género.
Es hora que los Estados de
América pongan ojo y orden sobre la Corte IDH, no es tolerable que una
minúscula gavilla de ideologizados malinterpreten y traicionen los legítimos
derechos de la persona humana en nuestro continente.
Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 3 de junio de 2016, p. 6
Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario