Lava Jato es la corrupción de las izquierdas
Sergio Tapia
El mayor escándalo de corrupción en Brasil y con inocultables
efectos en otros muchos países, no se agota ni termina en investigar al
conglomerado de empresas Odebrecht, ni a la otra decena o más de empresas
brasileras inmiscuidas en prácticas de sobornos y lavado de dinero para
políticos de izquierda.
La corrupción política a escala internacional fue promovida
por el gobierno socialista de Brasil presidido por Lula y por su Ministra de
Energía Dilma Rouseauff, que es actualmente la presidenta de Brasil; ellos ejecutaron
un plan de corrupción a partir de la mayor empresa de Brasil: Petrobras.
La intención fue financiar las campañas políticas de las
izquierdas en Brasil. Luego la tecnología delictiva se trasladó a las
izquierdas latinoamericanas, a Inglaterra, a los EEUU y a África. Sin duda, destaca
como empresa líder de las corruptelas, la constructora Odebrecht, pero son al
menos 14 empresas brasileras más que aún falta investigar certeramente.
El mecanismo de conexión política entre la corrupción de la “Operação Lava
Jato” (la operación lavado a presión u operación autolavado), se vincula
muy estrechamente con el Foro de Sao Paulo.
¿Qué es el Foro de Sao Paulo? Es la nueva organización internacionalista,
construida a iniciativa de Lula antes de ser presidente, y bajo la dirección
estratégica del régimen cubano el “Caín de Latinoamérica”. La iniciativa
prosperó tras la caída del mundo comunista. El Foro de Sao Paulo, con las
tecnologías desarrolladas para robar a los estados, logró financiar las
campañas políticas en nuestra Región continental, y le redituó porque conquistó
el poder en 12 países. Además, aún falta investigar los dineros públicos
sustraídos del Estado venezolano, malversado en sostener campañas políticas en
países ajenos.
En la última reunión de partidos de izquierda afiliados al
Foro de Sao Paulo, realizada en junio del 2016 en El Salvador, curiosamente en
el documento final suscrito no se rechaza ni se repudia la corrupción engendrada
al interior de sus organizaciones. Con gran hipocresía y cinismo solo se
condena a los Estados Unidos porque los investiga y a todo organismos público o
privado del continente que promueva investigación contra ellos: ¡Qué tal
conciencia moral la de los zurdos!
Aquí ya empieza a brotar la pus de la corrupción en las
izquierdas: políticos, partidos, gobiernos y, curiosamente, en organizaciones
de prensa y círculos periodísticos. Pero, como la mejor defensa es el ataque, en
lugar de declaraciones de perdón y arrepentimiento, aún se conducen con
soberbia y arrogancia, acusando a otros, a sus enemigos ideológicos y
haciéndose los desentendidos de sus propias culpas y vicios. La misma
estrategia que los gobiernos cubano y venezolano, y el de Correa en Ecuador:
silencio absoluto sobre todo lo que les comprometa, con censura de prensa o
complicidad de ella, y por supuesto bastantes ataques e infundios contra el enemigo
político.
Por eso extraña que en el Perú la persecución penal se
oriente sólo contra funcionarios no vinculados a gobiernos ni a partidos de
izquierdas. Dado que la culpabilidad penal, la información calificada y el debido
discernimiento de responsabilidades, reposa instalado en la dimensión
ideológica de las izquierdas partidarias y culturales.
Hay consecuencias políticas graves para nuestro sistema
republicano, que ha demostrado inmensa vulnerabilidad. Por lo que la tragedia
moral de la vida pública nacional, certero ataque demoledor de las izquierdas;
nos debe convocar a trabajar por la Refundación Republicana, transformando el
Estado, restaurándole las libertades representativas a la sociedad, restaurando
la dignidad humana especialmente de quienes requieren atención supervisada:
niños y madres, matrimonios y familias, y capitalización de los trabajadores
asalariados.
De no hacerlo, o si demoramos en empezar; la otra opción es
la senderista-MOVADEF, ofrecida desde los orígenes del terrorismo en los 90s:
construir desde los escombros del antiguo régimen, la república de nueva
democracia estilo pol-potiano.
Estamos convocados, por exigencia de nuestra supervivencia
individual y social, cultural y patriótica, moral y religiosa.
Publicado en el diario “La Razón”, Lima,
viernes 27 de enero de 2017, p. 6
Blog (colección artículos publicados en
La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/
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