El
aborto: Política nociva
SERGIO TAPIA T.
No es necesario que me refiera a la reciente
iniciativa de algunos congresistas, para presentar un proyecto de ley que
despenaliza el crimen del aborto. Porque, tarde o temprano, por estos o por
otros, el tema de matar niños indefensos que no son queridos, se presentarán de
uno u otro modo.
¿Qué si hay aborto en el Perú? Sí, algunos,
muchos, demasiados. No lo sabemos, pues, no hay estadísticas ni censos al
respecto. Pero que lo hay, es innegable. Pues, basta mirar cómo es el
comportamiento social de los peruanos.
En primer lugar, observaremos muchas
adolescentes y jóvenes embarazadas, y abandonadas a su suerte, a la
desesperación de tener una gran transformación en su organismo y en su
sicología, desarrollándose un bebé en su vientre. Adolescentes que carecerán de
uno o varios de los factores que coadyuvan a la maternidad: La cercanía y apoyo
del padre del bebé que viene; el apoyo de los padres de la novel madre; madurez
sicológica, empleo o recursos económicos suministrados por el consorte.
De no tener estos factores de apoyo, la joven
madre estará sometida a la angustia del embarazo, y podrá estar dispuesta a
abortar.
Pregunto: ¿Es legítimo que el Estado adopte
una legislación permisiva al delito del aborto? ¿Es ético que los medios
hospitalarios y medicinales del Estado se orienten a dañar la maternidad de
loas jóvenes en abandono, y promover procurando el aborto?
No hay ninguna razón valedera para apoyar
iniciativas que favorezcan el aborto como política de Estado.
Ningún grupo político fue votado en el Perú,
porque clara y transparentemente ofreció en su campaña electoral, que de salir
elegidos favorecerían leyes abortivas. Por lo tanto, hacerlo, es un fraude a la
honradez electoral político partidaria.
Tenderemos otra batalla: ¡No al aborto, en el
Perú!
Lo que estamos a favor de la vida, de los
legítimos derechos humanos de los que no tienen voz, y de la verdadera
constitucionalidad democrática. Haremos esta lid cívica, que las circunstancias
nos convocan. Para algunos porque “Dios lo quiere”, para otros porque hay que
construir Patria, para todos porque la vida de un ser humano debe ser
respetada.
Al frente tendremos a quienes no respetan
nada, a los confundidos (que siempre hay en todos los tremas nacionales), a los
ONGs pseudo-derecho-humanistas. Al mal, en una sola palabra.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, viernes 17 de octubre de 2014, pág. 6
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