Abuso
del “género”: Cuando se ensucia el idioma
Sergio
Tapia T.
La Real Academia Española (RAE), insiste que los géneros
son sólo dos: masculino y femenino. Los que sirven para diferenciar el sexo de
los seres animados. Y, que no hay género neutro para los sustantivos.
Masculino
y femenino, es una propiedad gramatical si los sustantivos no tienen diferenciación
sexual: “el césped” (masculino, para
un sustantivo sin sexo), y “la pared”
(femenino, para un sustantivo sin sexo).
El género masculino, además de designar a los sustantivos
de sexo masculino, abarca también a toda la especie sin distinción de sexos, en
singular y en plural. Por lo que, las mujeres están comprendidas cuando se dice
“el hombre” o “los hombres”.
Hubo
una propuesta surgida de nuestra representación diplomática ante la OEA, para modificar
el nombre del primer instrumento continental sobre derechos humanos (La
Declaración Americana sobre Derechos y Deberes del Hombre), para que se incluyera
el sustantivo “mujer”. La propuesta fue desechada de plano, porque “el hombre” incluye al género femenino.
Hace un mes concluyeron los discursos de Susana Villarán,
la deslucida exalcaldesa socialista de Lima, que parecía tartamudear lingüísticamente
al incurrir en innecesarias series de sustantivos masculinos y femeninos
inacabables cada vez que deseaba referirse a los habitantes de Lima.
De otro lado, lamentamos que en la redacción de
documentos del Poder Ejecutivo, se incurran en interminables circunloquios “los/las”,
“el/la”, “hijo/hija”. Que contaminan el buen uso de nuestro idioma
Finalmente, la RAE, en el 2004, emitió un Informe para
que los legisladores españoles no usen la expresión “violencia de género”, cuando lo que quieren decir es violencia
doméstica o violencia por razón de sexo.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, viernes 30 de enero de 2015, pág. 6
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