Ideología de género: el fórceps del absolutismo estatista
Sergio Tapia
La ideología de género, que unilateralmente
y con soberbia quiere ser impuesta por el gobierno de PPK, desde su inicio, tras
diez meses de insistencia ha sido frenada por la inmensa movilización de la
ciudadanía de auténtica representatividad natural: los padres de familia. Organizados
en un sinnúmero de asociaciones, frentes, redes y, los genéricamente llamados,
“colectivos” (agrupaciones, reuniones, grupos).
Persisten aún con insensatez, los
ideologizados por el género, y que hoy dirigen los destinos del Estado.
Pretenden someter a la Sociedad Nacional, imponiendo su visión negadora del
estatuto antropológico y de la verdad sobre la persona humana, cuyas innatas
características cromosómicas la hacen sólo varón y sólo mujer.
La necia insistencia del gobierno de
PPK se expresa en confrontar: (a) A la Sociedad misma, por los dos ministros
que han transitado –con un record de mínima permanencia pacífica en el
Ministerio de Educación–, por la pretensión de alterar la educación sexual de
los niños, sin consentimiento de los padres de familia; y, (b) A los demás
poderes del Estado, por parte del gabinete ministerial, con la insistencia de introducir
temáticas de género en la legislación delegada promulgando decretos
legislativos en abierta hostilidad a las facultades delimitadas por el Congreso.
Habiéndose producido un nudo gordiano jurídico: Desde inicios del año un
vigente Decreto Legislativo 1323 que recorta libertades fundamentales y mandará
a la cárcel a ciudadanos por ejercer sus derechos fundamentales a la libertad
del pensamiento, de la expresión, de la ideas y de religión; un acto legal pero
aún ineficaz del Congreso para derogar tan nocivo Decreto Legislativo, y en
agenda en dos comisiones del Congreso el reforzamiento legislativo del
contenido de la “ley mordaza”. Panorama de veras desolador para las libertades
en el Perú.
Hay una demanda judicial contra la
resolución del Ministerio de Educación, por aprobar ilegítimamente el trastrocamiento
del Currículum Nacional de Educación Básica. La Ministra de Educación presionó
públicamente a los jueces, con vistas a ablandar su ánimo, e imprudente e
inoportunamente afirmó que declarar fundada la demanda significaría al Estado
un gasto inútil de 131 millones de soles en impresión de materiales educativos
y 18 millones de soles en imprimir el Currículum Nacional de Educación Básica. La
danza de 46 millones de dólares gastados en 4 meses, hubiera tenido mejor
provecho en mejorar las edificaciones escolares, la remuneración del magisterio
o su mayor calificación profesional. Pero, la Ministra Martens tendrá que
reponer al Estado el dinero malgastado por error y por horror ideológicos.
Esta guerra ideológica al interior del Estado y la inútil
confrontación de las autoridades con el grueso de la ciudadanía, compromete la
concordia nacional, pone en riesgo la procuración del bien común nacional. Y, es
suicida debilitar la autoridad del Estado, cuando hay lectura de circunstancias
que advierten una recuperada amenaza de relanzamiento cierto de agrupaciones
subversivas y terroristas.
Publicado en el diario “La Razón”,
Lima, viernes 16 de junio de 2017, pág. 6
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