CVR: 14 aniversario de ideología autoritaria inconstitucional
Sergio Tapia
La difusión del Informe Final de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación (CVR), cumplirá 14 años de publicado. Ocurrió el 28 de agosto de
2003.
La CVR es un esperpento del “paniaguato caviar” (el gobierno
de transición del congresista Valentín Paniagua, quien en los años sesenta
surgió como demo-cristiano, y concluyó su carrera política aliado de los
marxistas gramscianos, para ejercer la presidencia interina durante 8 meses,
tras la caída de Fujimori, en noviembre del 2000). La CVR obtuvo apoyo para
continuar por el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006); ese gobierno que endosó
la dirección de la economía nacional a los liberales (y al “aceite” de la
corrupción Odebrecht, que fomentó el Foro de Sao Paulo, la unidad
latinoamericana del marxismo), y siguió confiando la conducción política del
Estado a los mismos marxistas gramscianos.
Salomón Lerner Febres, presidió la CVR sin dejar su condición
de Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú-PUCP. Lerner declaró
como testigo -el día martes- en un importante proceso judicial muy politizado
(el caso Rodrigo Franco), y manifestó con soberbia vergonzosa que, la selección
de él como la de los demás integrantes, fue por “su inteligencia” y en su caso
particular por su concepción ética. Dijo, también, que la CVR señaló culpables en
las FFAA para castigarlos, no por pruebas sino por su concepción ética que
porta como profesor universitario. Aunque eludió precisar los elementos doctrinales
de “su ética” marxista, antimilitarista, utilitarista, pacifista, pro lucha
armada leninista-maoísta.
El miércoles en el acto académico de incorporación de un
nuevo Miembro de Número del Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú,
fue analizado el capítulo del Informe Final de la CVR sobre las FFAA en la
lucha contra el terrorismo. Advirtiéndose una incomprensión por equivocación
injustificable en la que incurrió la CVR, al descalificar la estrategia militar
contra el terrorismo. Y, se rememoró aquellos años cruentos para la familia
naval, por enfrentamientos en la zona de emergencia de Huanta (Ayacucho) y por
los asesinatos en las puertas de sus domicilios de almirantes, oficiales y
personal subalterno.
Durante esta semana está en debate el problema de la
información distorsionada que se difunde en el Lugar de la Memoria (LUM), que
es el instrumento de continuidad de la CVR. Ayer jueves, en la página editorial
del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP (IDEHPUCP), presidido
y dirigido por Salomón Lerner, otro medio de continuidad institucionalizada de
la CVR, se afirma sin vergüenza: “la memoria es, evidentemente, un espacio de
subjetividad.” (http://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/la-polemica-lum-la-verdad-eje-la-memoria/).
Por todo esto yo califico el Informe Final de la CVR, y sus
tentáculos continuistas (LUM e IDEHPUCP), como la distorsión grotesca de la
realidad histórica de los 80s y parte de los 90s, los 15 años de agresión
salvaje de las bandas criminales del Partido Comunista del Perú (apodado
“Sendero Luminoso”) y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), a quienes
Lerner calificó en tu testimonial como “inocentes señalados como terroristas”.
El Informe Final de la CVR, altamente ideologizado y
parcializado, genera gasto público para las “reparaciones” que promueven los
ONGs encaramados en la apariencia de los DDHH. Por lo que corresponde al
Congreso fiscalizar la verdadera índole jurídica de la CVR y su ilegalidad
consecuente.
El Poder Judicial y el Ministerio Público están afectados
profundamente por el cabildeo de la CVR. El Informe Final se ha entronizado
como cabeza de proceso en los juicios anti-militares en la Sala Penal Nacional.
Lo que es una gravísima inconstitucionalidad, porque “Ninguna persona puede ser
desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida al
procedimiento distinto de los previamente establecidos, ni juzgada por órganos
jurisdiccionales de excepción ni por comisiones especiales creadas al efecto,
cualquiera sea su denominación.” (art. 139-3 de la Constitución): ¡Que el
Congreso los investigue!
Las organizaciones terroristas
de ayer (el PCdelP-“SL” y el MRTA), se transformaron en organismos de agitación
sindicalista y también, como afirma Oscar Herrera “el control se ejerce
mediante las amenazas académicas, por parte de terroristas que cambiaron las
banderas rojas por cátedras universitarias y confortables oficinas.” (La Abeja:
http://www.laabeja.pe/de-opini%C3%B3n/invitados-varios-autores/1511-las-universidades-y-la-nueva-dictadura-del-pensamiento.html).
Publicado en el diario “La Razón”,
Lima, viernes 25 de agosto de 2017, p. 6
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