La
destrucción del orden
SERGIO TAPIA T.
Los
seres conviven en un orden porque le es sustancialmente necesario.
Respetar
el orden que corresponde a cada ser, es garantizar la propia naturaleza. De lo
contrario resulta el caos y la depredación.
Los
seres biológicos y animados, se someten al orden mediante la subordinación del instinto.
Pero,
el ser humano se somete al orden natural que le corresponde, mediante un acto
de razón. Orden que, racionalmente formulado y voluntariamente acatado; no
descarta la posibilidad de ser rechazado, con rebeldía y disociación, mediante el
abuso de la libertad.
El orden
natural regulador de la vida humana, es complejo. Está constituido por diferentes
expresiones: políticas, económicas, sociales, culturales y jurídicas.
La
Historia (con mayúscula) configura un panorama del devenir de los seres
humanos, del desarrollo de sus culturas y del ritmo de sus civilizaciones. Con ascensos
y descensos, epopeyas y calamidades, grandes aciertos y profundas desgracias.
Con
inmensa preocupación observamos que el orden político-económico-socio-cultural peruano,
se agrieta, distorsiona y descuaderna.
Advertimos
que esa negación del orden, proviene de personas que tienen el rol de sostenerlo,
pero no lo hacen: Gobernantes y legisladores, jueces y fiscales, autoridades, magisterio
y padres de familia.
Una
ideología materialista nos envenena. Esa que se nutre en la vileza del
socialismo. Ella es la que motiva la destrucción del orden natural del ser
nacional peruano.
Un
país que no respeta los principios que sostienen su orden, vertiginosamente pierde
estabilidad. En esta trampa estamos hace más de una generación.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, jueves 13 de junio de 2013, pág. 8
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