domingo, 2 de diciembre de 2018

El Estado transtornado desquicia la sociedad


El Estado trastornado desquicia la sociedad
SERGIO TAPIA T.

            No hemos perdido la capacidad de asombro frente a lo que presenciamos cotidianamente: La negación del Estado desde sus propias autoridades.
Sufrimos una crisis muy seria. La crisis de calidad de los seres humanos. Pero, abrigamos la fundada esperanza de una recuperación cercana, porque no estimo que sean demasiado los afectados, aunque sí son sobreexpuestos en demasía por los medios de comunicación, que parece se regocijan al destacarlos.
Quienes ejercen autoridad desde el Estado, y no expresan valores, es porque sencillamente no los tienen, porque no los cultivan. Ya que todo ser humano es capaz de asumir y encarnar valores.
Las tinieblas que soportamos en nuestros días, son porque solo se proyectan contravalores que erosionan la vida social y la actividad política, así como la función pública.
            Hace un par de días mantuve una aleccionadora conversación con el joven Christian Rosas –una promesa a corto plazo para la vida cívica y política del Perú–. Seguí atento su curiosidad para darse respuesta al por qué las encuestas reflejan tan altos índices de desaprobación al Congreso, elegido hace dos años y con abundante mayoría a favor del partido Fuerza Popular, conducido por la segunda generación fujimorista.
            Los 130 congresistas proclamados miembros del Parlamento, representan el 19.81% del total de la población electoral que los eligió al 2016. Pero, este cálculo porcentual podría ser engañoso, al no tomar en cuenta los “otros votos” recibidos por otros candidatos que no alcanzaron a ser proclamados, y sobre todo por los votos al partido sin ejercicio del voto preferencial.
            En nuestro país el voto es obligatorio, y su incumplimiento acarrea la suspensión de algunos derechos y facultades ciudadanas. Además, para rehabilitarse se debe pagar multa en beneficio de las arcas fiscales. Un electorado obligado favorece la manipulación de las encuestadoras de opinión. ¿Si tantos opinan hoy contra el Congreso, será porque no se sienten representados políticamente por los congresistas que lo integran?
            Hay paradojas en la política-partidaria. Luego de haber sido elegido el actual gobierno, con la figura representativa de su originario candidato presidencial, Kuczynski, se produce su declaración de vacancia por permanente incapacidad moral declarada por el Congreso. Y, le sucede en el cargo presidencia el vicepresidente Martín Vizcarra, desde marzo. El actual presidente de la república goza de elevado porcentaje de aprobación, según las encuestadoras, pero no por obra pública que se aplauda, sino por su sistemática crítica y demoledora censura a los otros organismos del Estado (el Congreso, el defenestrado Consejo Nacional de la Magistratura, algunos aspectos del Poder Judicial y a la persona del Fiscal de la Nación).
            Gallup, la casa matriz de las encuestadoras, afirma que las gentes suelen repetir en las encuestas de opinión, las campañas de prensa de las dos últimas semanas.
            Es probable que más adelante el Perú adopte el voto voluntario, y como ocurre en los países que ya lo practican, se reduciría la participación del electorado. Circunstancia en la que las encuestadoras no podrían ufanarse de ser tan contundentemente apodícticas, dejarían de servir a las campañas de prensa ideo-políticas. Pues, la “muestra” de encuestados tendrían que ser certificadamente responsables de haber votado voluntariamente. Pues, mal puede criticarse un resultado electoral, por quien no participó en suscitarlo.
            Reynaldo Aragón, un periodista de buena prensa, felizmente que los hay y no son pocos, difundió en la semana una verdad de Perogrullo que lamentablemente no se practica por quienes deben: El periodista no es juez, porque su misión es informar hechos verdaderos, ciertos, reconfirmados. Las sentencias corresponden ser emitidas por los jueces, y serán sólo válidas las pronunciadas de conformidad con lo justo y por magistrados con rectitud. Por nadie más. Es desintegrador que cualquier autoridad política, o que los medios de prensa, o que las encuestadoras, o que el creciente y masivo uso de las redes sociales, invadan el campo de la justicia, para lapidar y linchar con motivación de intereses y veleidades.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 19 de octubre de 2018, p. 6
Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

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