Corte de DD HH: Ni respeto, ni acatamiento
SERGIO TAPIA T.
Contra la opinión de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), elevando a las máximas
categorías del derecho la ideología de género y la subsunción de las
convivencias de personas del mismo sexo en el derecho de familia (matrimonio
incluido). He leído algunas reacciones que por empezar con tono amable expresan
que respetan pero que no acatan lo decidido por la Corte IDH.
Pues, yo, ni respeto ni
acato la Opinión Consultiva N° 24 de la Corte IDH, titulada “Identidad de género, e igualdad y no
discriminación a parejas del mismo sexo.”
Respetar
y acatar son sinónimos, siendo una contradicción decir que se respeta y no se
acata. En cambio, es una reiteración cuando se expresa: Ni respeto, ni acato.
Quiere decir que hay doble rechazo, que no se atiende lo que los actuales
miembros de la Corte IDH pretende imponer.
Hay
que lamentar que el sensible tema de los derechos humanos, por la indiferencia
de muchos, ha sido deshonrado por una minoría ideologizada tributaria de la
Escuela de Frankfurt, que se propone destruir el orden político, social y
jurídico de las Patrias Americanas. Urge hacer algo, pronto y con eficacia. Es
impostergable destronar a estos jueces ímprobos, restaurar la majestad de esa
Corte IDH mediante la designación de verdaderos juristas, que presten sus
servicios para la pacificación social de América, administrando la Justicia,
que es dar a cada uno lo que es lo suyo, rememorando la vieja noción
aristotélica.
Los
siete jueces de la Corte IDH mediante el documento denominado la Opinión
Consultiva 24, fechada el 24 de noviembre pasado, pero recién puesta a
conocimiento el 9 de enero de 2018, han elaborado una pieza de naturaleza
doctrinal, judicial, pero no imperativa para ningún Estado. El documento es una
suerte de carta blanca a la ideología de género.
Desde
la Corte IDH se está haciendo política sesgada por empeños ideologizados, se
está trastocando la cultura y la ética de las Américas, y se omite la
observancia del Derecho Internacional.
La
naturaleza de las opiniones consultivas de los tribunales internacionales, es
prestar una interpretación judicial preventiva para los Estados, desentrañando
el sentido de una obligación expresada en los tratados. Pero, los actuales jueces
de la Corte IDH mal ejercen su competencia, inventando obligaciones para los
Estados. Lo que es inadmisible.
Desde
el 9 de enero los actuales siete jueces de la Corte IDH han declarado la guerra
ético-jurídica a los Estados de las Américas, han agredido los principios
axiológicos de las naciones americanas, han mancillado las regulaciones éticas
de las sociedades del Continente, han trastornado su relación funcional con las
personas de nuestras comunidades nacionales.
Tenemos
que reaccionar. Diversos son los escenarios, uno de ellos será la Cumbre de las
Américas en Lima, en abril, que reunirá a los presidentes de nuestras naciones.
No podemos seguir soportando jueces malévolos que mancillan la función que les
ha sido confiada.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, viernes 12 de enero de 2018, p. 6
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