Juicios y terremotos desinformativos
SERGIO TAPIA T.
Mussolini,
fundador del fascismo italiano, una variante de los socialismos estatizadores,
decía que la gente cree en lo que dice el periódico.
De
esta aseveración pueden surgir dos actitudes. Una, responsable, ética y
constructiva, porque toma en cuenta la importancia trascendental adquirida por
el periodismo en la modernidad, y cuidará de preservar los valores de una
Nación, las leyes que rigen una Sociedad y la moral pública que modela las
relaciones humanas en el ámbito de la organización socio-política.
La
otra, ruin y mendaz, abaja el periodismo como poder influyente,
instrumentaliza y “psicososea”, sustituye el dar cuenta de una realidad por
una idea equivocada acerca de ella.
Algo
real, en la vida social, es que haya juicios, para buscar la verdad, para
establecer la paz, para dar a cada uno lo que se le debe (es la noción
milenaria de Justicia).
Esta
realidad judicial, muchas veces no se discierne en toda su magnitud sin los
conocimientos pertinentes, ni la práctica conveniente. Por lo que cuando son
trasladados a la “noticia”, sin intermediación de medio de comunicación social
alguno, sino de una persona a otra. Puede darse un “teléfono malogrado”, una
distorsión de la realidad, no transmitida tal cual es.
Esta
vulnerabilidad en la transmisión de los reportes, se ve potenciada cuando
existe una intermediación de medios de prensa. Y, la vulnerabilidad se vuelva
en un grieta peligrosísima, cuando tales medios de prensa son ideologizados,
sirvan a intereses subalternos o (como dice Rafael Rey acerca de un periódico
de circulación nacional “el diario que siempre miente, pero que a veces dice la
verdad”).
En
esta semana, se ha distorsionado en grande una actuación judicial, a raíz de un
mensaje de twiter proveniente de un ONG influyente en los medios judiciales,
que contagió al sistema de prensa del propio Poder Judicial; transformando en
decisión judicial algo que no ha ocurrido: Que en el caso El Frontón se habría
decidido por el Poder Judicial que es de Lesa Humanidad.
En
primer lugar, el Poder Judicial no decidió nada de esto, durante la presente
semana. Pues, el caso El Frontón aún no inicia su etapa de juicio oral, y agotada dicha etapa es que podría salir una sentencia, de primera instancia, y por
lo tanto apelable, y sólo a través de una sentencia se podría establecer que la
imputación que pende sobre el Personal Naval, es o no Lesa Humanidad.
Por
lo tanto, la noticia que corrió, es falsa. En el caso El Frontón no hay ni pudo
haber habido, en la presente semana, una decisión judicial, caracterizando los
hechos como de Lesa Humanidad. Pues, aún estamos lejos, procesalmente hablando,
de la emisión de una sentencia en ese sentido.
Lo
qué sí ha habido, por reclamo insistente de los abogados defensores de los
marinos, es que el Ministerio Público aclare su acusación, en muchos aspectos
bastante mal trabajada. Y, se le reclama persistentemente que precise en
que norma de derecho podía fundamentar aquella parte de su acusación (que se define
como acto postulatorio, es decir, la misma calidad que tienen las demandas, que
son pretensiones aún por probar)., en la que asevera que los hechos en El
Frontón, en junio de 1986, hace 31 años, son delitos de Lesa Humanidad. Y, por
fin, el Ministerio Público ya develó sus intenciones jurídicas en su Acusación.
Lo que no significa que el Poder Judicial asuma como suyo, lo que es la
posición de una de las partes.
Publicado en el diario “La Razón”,
Lima, viernes 20 de octubre de 2017, p. 6
Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/
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