jueves, 20 de septiembre de 2012

Programa mínimo contrasubversivo


Programa mínimo contrasubversivo

SERGIO TAPIA



 

            Tras una operación anti-terrorista en Ranrapata (Acombamba, Junín), resultó muerta una niña de 8 años.

            El país se conmocionó. Pero, estuvo desorientado por la endémica falta de liderazgo informativo del Estado. Sin embargo, el pueblo sano, supo discernir la autoría del homicidio, acertadamente lo imputó a los subversivos y eximió a nuestras FFAA.

            Pero, en el país, coexiste un pérfido sector que manipula las informaciones, se nutre de las imperfecciones del Gobierno y goza de la complicidad de los tontos útiles del periodismo.

Los responsables de la subversión homicida son los marxistas, tanto los que empuñan las armas asesinas; como los que promueven la impunidad y los que aún co-gobiernan con Ollanta y copan organismos internacionales.

El terrorista delinque por motivación ideológica. Para derrotar la subversión armada se requiere cesar con el proselitismo ideológico, erradicar al SUTEP (sindicato marxista-leninista de profesores estatales) y expulsar a los caviares de los ministerios, de los juzgados y fiscalías, y de la Corte de Derechos Humanos.

La gran tarea contrasubversiva exige el imperativo de la justicia social, que debe de ser obra gubernamental y quehacer empresarial. La dignificación del trabajo humano es la mejor manera de arrebatar a los marxistas sus pretextos justificantes.

            El rol de nuestras Fuerzas Armadas debe de ser acompañado por el resto del Estado. El almirante Giampietri ha recomendado promover la migración de la población civil de las zonas de combate, para salvaguardar los operativos militares de los psicosociales. La decisión es del presidente Ollanta.

Publicado en el diario “La Razón”, jueves 20 de setiembre de 2012, pág. 6

Rubén Calderón Bouchet


Rubén Calderón Bouchet

SERGIO TAPIA

 

            Falleció a los 94 años de edad el destacado tradicionalista Rubén Calderón Bouchet. Argentino, filósofo tomista, profundo ensayista de la Ciudad Católica.

            Su obra testimonia la calidad de la formación que impartió a sus discípulos, en la cátedra de Historia de las Ideas Políticas, de la Universidad Nacional en Mendoza.

            Lo conocí al término de mis estudios universitarios, y no sólo estudié sus obras; las re-leo.

El manual “Sobre las causas del orden político”; la tríada de ensayos de interpretación de la Cristiandad: “Formación de la Ciudad Cristiana”, “Apogeo de la Ciudad Cristiana” y “Decadencia de la Ciudad Cristiana”; su visión sobre “La ruptura del sistema religioso en el siglo XVI”, y su filosofía de la historia “Esperanza, Historia y Utopía”. Entre sus artículos, de actualidad con permanencia doctrinal, en revistas de Argentina y Europa, destaca para mí su acucioso análisis “El Islam: Una ideología religiosa”.

Fundó un sólido hogar, respetó a las Fuerzas Armadas de su país y militó en la Iglesia Católica. Suya es la frase "demasiado inteligente para pasar de Coronel en el Ejército Argentino…", irónica censura al burocratismo deformador de las instituciones estatales. Fue apologeta de la Cristiandad, pero no inclinado al clericalismo.

            Alguna vez dijo: “Para mí la vida es algo parecido a una pregunta que debo responder”. En su diálogo vital, contó con lo mejor de la intelectualidad argentina: Guido Soage Ramos, Alberto Falcionelli y al padre Julio Meinvielle, entre otros destacados pensadores y divulgadores de la Hispanidad-Americana.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, jueves 13 de setiembre de 2012, pág. 6

jueves, 6 de septiembre de 2012

ESSALUD, el estatismo estéril


ESSALUD, el estatismo estéril

SERGIO TAPIA

 

            La seguridad social no es dádiva del Gobierno, sus fondos financieros provienen de las remuneraciones de los trabajadores.

            La extirpación del estatismo por el gobierno de Fujimori, fue respetada por los gobiernos de Paniagua, Toledo, García y –hasta ahora– por el de Ollanta.

Para la seguridad social jubilatoria se adoptó un régimen mixto, dejando la libre elección entre el sistema privado-individualista y el estatista.

Pero, para la seguridad social médica se mantuvo el Gobierno en el control, organización y gestión. Lo que, como todo sistema estatista, atenta contra la libertad de los trabajadores.

Se percibe que con este gobierno, ESSALUD ha reducido las consultas, las intervenciones quirúrgicas y la provisión de medicinas: ¿Ahorran? Y, desde hace un mes no presta servicios a nadie. Aunque, los burócratas que la “administran” han cobrado puntualmente sus sueldos, que se pagan de los aportes de los trabajadores desatendidos.

El Gobierno está lento para comprender que las prioridades sociales no reclaman reformas constitucionales para el agua, ni leyes negacionistas, ni payasadas ante la “tremenda Corte Interamericana”.

Hay que reabrir los hospitales, dando solución justa y oportuna al reclamo gremial médico.

Gesto noble por los médicos sería no desatender la emergencia y cubrir la consulta impostergable. Respuesta dignificante para el Gobierno sería licenciar la actual administración de ESSALUD, por imprevisora e incapaz.

La prioridad social impostergable es mitigar el riesgo a los pacientes de ESSALUD, para que el sistema pueda seguir llamándose “de seguridad” porque libra del daño.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, jueves 6 de setiembre de 2012, pág. 6

lunes, 3 de septiembre de 2012

El agua en la Constitución (2)


El agua en la Constitución (2)

SERGIO TAPIA



 

            Ollanta propuso “reconocer en la Constitución el Derecho Fundamental al agua”. Aunque, el Presidente del Consejo Ministros en su exposición al Congreso, parecería haber mitigado tal concepto. Habrá que esperar el proyecto.

            La persona y el agua tienen existencia sustancial y esencialmente distintas. Indudablemente que el agua es indispensable para la sobrevivencia de la persona, como el alimento. Pero, eso no hace que cosas, como el agua y como el pan, pertenezcan a la categoría de los derechos fundamentales.

            Nuestra Constitución no silencia el tema del agua, la trata en varios artículos: “Los recursos naturales (…) son patrimonio de la Nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento” (artículo 66); el Estado “Promueve el uso sostenible de sus recursos naturales” (artículo 67); “Los bienes de dominio público son inalienables e imprescriptibles” (artículo 73). Esta regulación constitucional es suficiente.

            Es riesgoso que el agua se declare derecho fundamental, porque la sobreexpone al abuso de las acciones de amparo. Como viene ocurriendo con los negocios ilegales, re-abiertos con la excusa del derecho fundamental al trabajo. Es peligroso permitir que el amparo fraudulento someta al Estado y a los particulares para hacer o no hacer sobre el uso y el consumo del agua.

            El lobby derecho-humanista trabaja el tema del agua en la ONU, ya hay resoluciones internacionales. Hasta el año 2015 viviremos en el decenio internacional del agua.

            Pero, la propuesta de reformar la Constitución peruana es tan disparatada como la ley del “negacionismo”.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, jueves 30 de agosto de 2012, pág. 6


 

El agua en la Constitución (1)


El agua en la Constitución (1)

SERGIO TAPIA



 

            Ollanta ha propuesto “reconocer en la Constitución el Derecho Fundamental al agua”.

Para Platón de cada necesidad surge un derecho. Lo que no significa que todos los derechos tengan que ser reconocidos en la Constitución. Solo lo son los derechos fundamentales, por ser inseparables de la persona humana.

Carlos A. Sacheri enseña que en el ser humano hay tres niveles de inclinaciones naturales: (1) Conservar la existencia; (2) Propagar la vida; (3) Y, por ser racional, perfeccionarse intelectual, moral, social y religiosamente.

Los derechos fundamentales se originan en estos tres niveles de tendencias naturales.

Del primer nivel, se originan los derechos fundamentales a la vida, la integridad psico-física, la salud, disponer bienes materiales y consecuentemente la propiedad privada. Por lo tanto, se condena el homicidio, la tortura, el aborto, el suicidio, el robo, etc.

Del segundo nivel, los derechos fundamentales al matrimonio, a la procreación, la educación de los hijos. Y, se repudian las relaciones prematrimoniales, el adulterio, la homosexualidad (no lo puedo omitir, y no soy homofóbico), los métodos anticonceptivos, el divorcio, etc.

Del tercer nivel, el derecho a la verdad, a las libertades responsablemente ejercidas, obrar con virtud, convivir socialmente, practicarle culto a Dios, etc.

Para ordenar correctamente estos derechos, al elaborar una ley, hay un principio garante: “Hacer el bien y evitar el mal”. Redactar una ley es saber aplicar qué es el bien a un aspecto de la vida humana.

            Ya estamos en camino para discernir si el agua es derecho fundamental.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, jueves 23 de agosto de 2012, pág. 6


 

El otro mensaje de Ollanta


El otro mensaje de Ollanta

SERGIO TAPIA



 

            Ollanta dedicó su primer mensaje anual para rendir cuenta a la Nación sobre la tarea cumplida”. Lo que es irrelevante, porque nuestro derecho político ordena exponer la situación detallada del país. Se nos privó de esa información. Por lo que, entre ambigüedades y silencios, como eso de la “gran transformación” que no sería aplicada, pero se asentarán sus bases; necesitaremos un par de años para intuir hacia dónde realmente conduce el presidente.

            Ollanta promete reducir la pobreza del 27% al 15%. Pero, sus programas sociales no son alentadores: “Cuna Más” atendió a 58,700 niños, pero su meta son 260 mil. No hubo cifra sobre la alimentación escolar (reiterada oferta electoral de Ollanta), pero prometió atender a casi 4 millones al final de su gobierno.

            ESSALUD, patrimonio privado administrado por el Estado, genera sufrimiento a los pacientes por mala gestión. Sus médicos en huelga indefinida son ignorados. No es acertado que Ollanta describa novedades como el “Sistema de Atención Móvil de Urgencias” (SAMU) para provincias; cuando en Lima el que no tiene “vara” no consigue cama en ESSALUD, además de la permanente escasez de medicinas. Concesionar ESSALUD, como el aeropuerto, sería la mejor inclusión social.

            Humala prometió el proyecto de ley para remuneraciones de las FFAA. Pero, el Ministro de Defensa jugó a obtener facultades extraordinarias para legislar. Consecuencia, pérdida de la confianza, porque el gobierno rehúye el debate.

            Postergo tratar la reforma constitucional para el derecho al agua, por falta de espacio.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, jueves 16 de agosto de 2012, pág. 6