viernes, 26 de diciembre de 2014

Ollanta y sus reminicescias velasquistas


Ollanta y sus reminiscencias velasquistas

 

                                                                                              Sergio Tapia T.

 

            La promoción que egresa el 2014 de la escuela de oficiales de nuestro Ejército, desatinadamente se apadrina por “Juan Velasco Alvarado”.

            Hugo Chávez reiteradamente declaró su opción por el velasquismo. Con la marca “velasquista” Ollanta ingresó a la política activa. Aunque, tras los resultados negativos como “golpista del frustrado cuartelazo de Locumba” y como candidato presidencial, atemperó su predisposición y tornándose pragmatista, se propuso competir la segunda vuelta electoral del 2011, en “componenda” con un bando de intereses contrapuestos (los liberales vargas-llosistas), cuyo quehacer político se reduce a sabotear de toda candidatura fujimorista, y criticar el aprismo que personifica Alan García.

En este contexto, ya hemos pasado tres años y medio del gobierno de Ollanta Humala, y una promoción que guiará institucionalmente nuestro Ejército dentro de 30 años, se denomina “Juan Velasco Alvarado”.

Aquí no hay espontaneidad en la iniciativa de esos jóvenes veinteañeros. Porque, nuestro Ejército, no es tolerante de afloramientos espontáneos. Es verticalmente jerarquizado, todo subordinado a su comandante general. Quien depende política y administrativamente del Ministro de Defensa, y militarmente del presidente de la república.

            El fruto del humalismo en nuestro Ejército se materializa en una reminiscencia a Juan Velasco Alvarado. Un general que instauró una dictadura que en lo económico no respetó la propiedad privada; en lo ideológico cultivó cuadros marxistas en la estructura socio-política; en la educación lastimó nuestros más caros valores cívico-patrióticos con una reforma inspirada en el idealismo irresponsable del socialismo, y en lo político estatizó, fomentando la burocracia “caviar” y gran corrupción.

            Velasco fue desautorizado por su propio Ejército, que lo relevó de la presidencia y desmontó la impregnación roja que había adquirido el Perú.

            El servilismo sobón, toca extremos: Hay responsabilidad del ministro liberal y del comando institucional.

 

Publicado en el diario “la Razón”, Lima, viernes 26 de diciembre de 2014, pág. 6

 

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viernes, 19 de diciembre de 2014

Tradicionalmente, los delitos prescriben


Tradicionalmente, los delitos prescriben

 

                                                                                              Sergio Tapia T.

 

            Durante nuestra existencia política republicana, hemos mantenido una legislación penal humanitaria, inclinada a lo justo pero caritativamente aplicada a quien en la desgracia, por haber causado daño delictivo, debe pagar por sus actos.

            Durante nuestros primeros cincuenta años de vida republicana, seguíamos rigiéndonos por la Recopilación de las Leyes de Indias de 1680, por el Derecho de Castilla, por la Nueva y la Novísima Recopilación y por la Sétima Partida. Es decir, en medio siglo no se había logrado la emancipación jurídica.

            Aunque, mediante una prolífica producción constitucional (el Reglamento y el Estatuto del General San Martín; las Bases de la Constitución de 1822; las Constituciones de 1823, 1826 y 1828; el proceso constitucional confederado de 1836 a 1838; las Constituciones de 1839, 1856 y 1860), se configuró el modelo penal peruano, benéfico para el procesado, no agobiante. Se abolieron las penas infamantes y crueles, la confiscación de bienes, los tormentos, azotes y la horca. Pero, por ausencia de codificación penal, no se sustituyeron las penas, surgió un vacío legal. Esto empoderó a los jueces, quienes arbitrariamente imponían las condenas.

            Nuestra primera ley penal fue el “Código Penal de Santa Cruz”, de escasa vigencia (1836 a 1838), por el triunfo de los enemigos del proyecto político “la Confederación Perú-Boliviana”. Y, se retornó al caótico sistema normativo anterior.

            Desde hace 151 años contamos con legislación penal peruana y estable, mediante los Códigos Penales de 1863, 1924 y el vigente de 1991.

Siempre consagrando la prescripción, es nuestra tradición republicana en materia penal. Inclinada a la benignidad, al humanitarismo. No a la crueldad, ni a la venganza. No al “derecho penal del enemigo”.

            Esta tradición se estaría por quebrantar por un reciente Proyecto de Código Penal, que introduce la imprescriptibilidad para los delitos de genocidio, lesa humanidad, derecho internacional humanitario y agresión. Es decir, por los que desde pocos años ha, se viene castigando a nuestros militares por supuestas responsabilidades penales en su accionar contrasubversivo y antiterrorista de los años 80s y 90s: ¡Cuidado!

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 19 de diciembre de 2014, pág. 6


 

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Preservar la justicia del poder que la deforma


Preservar la Justicia del poder que la deforma

 

Sergio Tapia Tapia

 

            Los textos legales acompañan la fundación de nuestra República. Las dos primeras regulaciones constitucionales, fueron obra de don José de San Martín (el Fundador de la Libertad en el Perú, el Fundador de la República, el Generalísimo de las Armas, el Libertador; así dice de él la Nación Peruana, agradecida, mediante los títulos que le otorgó).

La primera fue el Reglamento Provisional de Huara del 12 de febrero de 1821. La segunda fue el Estatuto Provisional de Lima del 8 de octubre de 1821.

            El general San Martín quiso plasmar en ese Estatuto Provisional, la aspiración de todo buen gobernante: “… me abstendré de mezclarme jamás en el solemne ejercicio de las funciones judiciarias, porque su independencia es la única y verdadera salvaguardia de la libertad del pueblo; y nada importa que se ostenten máximas exquisitamente filantrópicas cuando el que hace la ley o la ejecuta, es también el que la aplica”. Lamentablemente, las injerencias de toda índole, para administrar justicia, ha sido la regla y no la excepción en la República Peruana,

            El principio de Exclusividad de la Función Jurisdiccional no se cumple si se comparte o reparte con los otros poderes del Estado o los intereses creados e ilegítimos que anidan en la sociedad.

El principio de Independencia en el Ejercicio de la Función Jurisdiccional, se expresa por quien va a asumir la función, mediante el juramento de administrar justicia con la más plena observancia de la Constitución y de las leyes, lo que se traiciona cuando las causas se sentencian bajo motivaciones ideológicas, cálculos políticos o subordinaciones al cabildeo.

Nuestros numerosos textos constitucionales no han cejado de consignar, repetitivamente, estos principios. Que no son letra muerta, porque estamos convencidos que hay jueces que sí los cumplen.

 

Publicado en el diario “La Razón”, viernes 12 de diciembre de 2014, pág. 6


 

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Película peruana sobre la Guerra del Pacífico


Película peruana sobre Guerra del Pacífico

SERGIO TAPIA T.



 

            En vísperas de cumplir un mes, hay gozo en los cinéfilos capitalinos por la exhibición de una de las mejores películas producidas en el Perú: “Gloria del Pacífico”.

Su director, productor, guionista y director de fotografía es Juan Carlos Oganes, a quien se le debe una excelente obra de arte cinematográfico, que sirve para preservar y difundir nuestra identidad nacional.

En los aspectos formales, el film es uno de los mejores que se han producido en el Perú, por su calidad en varios factores: Fotografía, dinamismo de las escenas, participación de más de quinientos extras y destacada actuación de 35 buenos actores.

En lo sustantivo, el libreto se ciñe fielmente al relato histórico, y aquí es donde Juan Carlos Oganes demuestra su talento artístico, porque logra que las motivaciones íntimas, el arrojo de cada defensor del Morro de Arica, el sentido aleccionador del sacrificio individual de cada uno de ellos, sean acercados a la mentalidad comprensiva de las actuales generaciones, tras 135 años de transcurridos los hechos.

Con maestría, sin igual, Oganes hace del cine una Tribuna Patriótica, una Escuela de Civismo y una Ofrenda para Cantar la Gloria que nuestros Héroes son merecedores.

Se hace pedagogía eficaz a través de la película “Gloria del Pacífico”.

En el 2004 se estrenó la película “La Pasión” de Mel Gibson, el Papa Juan Pablo II después de verla comentó: “Así debió ser”. Calificación tan breve y tan elocuente, que dio la vuelta al mundo a través de los medios de prensa. Además, Juan Pablo II recibió en larga entrevista privada al actor que interpretó a Jesucristo en ese film, Jim Caviezel.

La encantadora película de Roberto Benigni, “La Vida es Bella” (una comedia elaborada en el contexto del crimen genocida nazi), no fue indiferente para el Papa Juan Pablo II, quien luego de verla dijo “Qué hermosa y poética demostración de cómo en el campo del odio hay también lugar para el amor”.

            No ha trascendido a los medios que el Comandante General del Ejército, y la plana mayor de nuestros generales, hayan visto esta película ni se hayan manifestado sobre ella. Mientras tanto, el público llena las salas y aplaude muy gustoso.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 5 de diciembre de 2014, pág. 6


 

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viernes, 28 de noviembre de 2014

Religión y Sociedad


Religión y Sociedad

SERGIO TAPIA T.



 

            Religión proviene del latín (re-ligare), significa: Volver a unir. Se re-une, lo que antes estaba unido y que ahora se halla des-unido.

Todo camino religioso se realiza en este mundo. Aunque la visión finalista esté puesta en otra vida, fuera de este mundo.

La moral o ética, es el estudio de lo que es el bien y de lo que es el mal, con la finalidad de practicar el bien y evitar el mal.

Desde la moral se pueden hacer juicios éticos sobre las concepciones religiosas, para establecer la moralidad de las conductas que inspiran (su bondad o su maldad). Y, también, desde la religión, se formulan preceptos de orden moral, en orden a ganar o perder los anhelos de la vida eterna.

Religión es cultura, moldea el conocimiento e influye en la conducta. La religión no es individualista, sino comunitaria. Es un modo de creer y de actuar eminentemente social.

Nuestra Constitución se remite reiteradamente al aspecto religioso peruano. Invoca “a Dios Todopoderoso” en sus primeras líneas (en el Preámbulo). El tercer derecho fundamental reconocido es el ejercicio individual o asociado de la religión, prohíbe la persecución religiosa, garantiza su ejercicio público. En el artículo 50 reconoce el rol singular rol de la Iglesia Católica en la formación “histórica, cultural y moral del Perú”, y declara que el Estado le presta colaboración. Al final del artículo, manifiesta el respeto del Estado a las otras creencias religiosas.

Sin embargo, desde organizaciones que suelen enarbolar reclamos por derechos humanos; se rechaza y censura que el pensamiento religioso de la gran mayoría de la Nación Peruana, influya en la visión y solución de nuestros grandes problemas sociales, como es la defensa ético-biológica de la vida humana. Pero, intentan legitimar que su ideología sea la única que inspire el Derecho Peruano, en su formulación o en su interpretación, para pervertirlo e ilegitimarlo.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 28 de noviembre de 2014, pág. 6


 

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viernes, 21 de noviembre de 2014

El dominio marxista sobre los DD HH


El dominio marxista sobre los DDHH

SERGIO TAPIA T.



 

            La ideología comunista, ideada por Carlos Marx hace dos siglos, estima que a los seres humanos los domina cinco alienaciones, una de las cuales es la “alienación política”, cuya causa está en la existencia del Estado.

Por eso el marxismo doctrinal alude a que el Estado desaparezca, aunque antes debe sufrir transformaciones impresionantemente paradójicas, que pasan por la absolutización de la autoridad totalitaria del Estado.

Esto no es historia antigua, Cuba y Venezuela, son cercanos, en tiempo y lugar.

Los derechos humanos surgieron con fuerza internacional inusitada en la post-segunda-guerra-mundial, cuando el poder mundial en uno de sus extremos lo detentaba el “imperialismo marxista”. Que gobernaba medio mundo, y asediaba ansioso fagocitarse a la otra mitad: el instrumento fue la “guerra revolucionaria”, una combinación de subversión y terrorismo.

Frente a esta agresión comunista, la respuesta legítima del Estado fue responder con su policía y Fuerzas Armadas.

25 años después no nos percatamos de la silente persecución política que el mismo Estado peruano está perpetrando contra sus policías y militares, que defendieron del terrorismo a los civiles indefensos. Con una utilización perversa de los derechos humanos en los medios fiscales, judiciales y penitenciarios.

El principio de igualdad es uno de los derechos humanos que se ofende en agravio de nuestros militares. Porque, los terroristas han recibido buen trato procesal, benignidad en la penas y mediante indultos, blando castigo penitenciario.

En contraste, nuestros militares ven recortados sus derechos fundamentales, y se les aplica arbitrariamente la ley penal.

El marxismo ha logrado metástasis influyente, para que hoy en el Perú, exista un benigno derecho penal para el delincuente terrorista y el injusto “derecho penal del enemigo” para nuestros soldados.

 

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 21 de noviembre de 2014, pág. 6


 

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Y ¿si delinque el Tribunal Constitucional?


Y ¿si delinque el Tribunal Constitucional?

SERGIO TAPIA T.



 

            En los últimos días los medios recogen un reclamo insistente, por una sentida amenaza que ha dado origen el Tribunal Constitucional: La pretensión de revisar sentencias adoptadas por los magistrados que conformaron la anterior composición de ese organismo.

            Cabe recordar que no todos los magistrados del anterior Tribunal Constitucional han sido sustituidos. Su presidente sigue siendo el mismo, presidió el TC sustituido y preside el TC de nueva conformación.

El presidente del TC goza de reconocido éxito profesional, ha ejercido cátedra en materia tributaria, y ha aportado al debate académico mediante artículos en revistas especializadas. Fue diputado por Arequipa de 1990-1992, de aquel Congreso que se “disolvió” durante la grave crisis republicana de esos años.

            Si fuese cierto que el TC está por re-sentenciar ciertas causas. Cabe preguntar: ¿Serán sólo las causas en las que el voto del Dr. Urviola fue minoritario? ¿Votará nuevamente el presidente Urviola en las re-sentencias? ¿Cambiará el Dr. Urviola el sentido de su voto originario? ¿Abundará el presidente Urviola en razones y fundamentos, o reiterará sus votos tal y cual los emitió antes?

            Si fuese cierto lo que se rumorea, el TC pone a toda la República al borde de un gravísimo estropicio jurídico.

Hay que evitar por todos los medios el “golpe de estado jurídico” que lesiona el orden constitucional. Orden  al que el TC es el primer convocado para preservar.

Que salgan pronto del local del TC, los casos sentenciados, cuya permanencia en sus escritorios producen tentaciones anti-jurídicas.

Que termine la retención indebida del Habeas Corpus 01969-2013, cuya sentencia delimita la noción de crimen de Lesa Humanidad, que es la justicia reclamada por los militares que combatieron el terrorismo.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 14 de noviembre de 2014, pág. 6

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Desfiguración de los DD HH


Desfiguración de los DD HH

SERGIO TAPIA T.



 

            Se dice que el paso del tiempo da perspectiva para pronunciar juicios críticos con fundamentos desapasionados.

¿Estamos ya en el momento adecuado para apreciar críticamente los aportes de esa novedosa doctrina de los derechos humanos? Hace más de medio siglo se elaboraron los principales instrumentos internacionales sobre derechos humanos. Y, ya suma más de cinco lustros el funcionamiento de los sistemas institucionales (comisiones y tribunales) que velan por la observancia de los tratados que protegen los derechos humanos.

            No hay duda que la doctrina de los derechos humanos ha impactado y modificado sustancialmente el derecho penal de algunos países hispanoamericanos.

En Argentina, Chile, Colombia y el Perú, es evidente constatar la transformación del derecho penal, por la recepción de la doctrina de los derechos humanos.

Ese impacto transformador, no exigió sustanciales reformas en las leyes penales, ni en los preceptos constitucionales que dan garantías en la aplicación restrictiva de la ley penal. Bastó la vía de la interpretación de las normas ya prexistentes.

Pero, no todo ha sido avance y evolución en esta recepción jurídica de los derechos humanos. Lamentablemente se ha incurrido en graves confusiones que desdicen, precisamente, los ideales que se enarbolan en nombre de los derechos humanos.

Se ha violentado la aplicación de la ley penal en el tiempo. Y, se ha distorsionado la imprescriptibilidad de los delitos. Mediante la analogía, que está expresamente prohibida como fuente de la sanción penal, se aplican figuras delictivas como el genocidio, la lesa humanidad y las graves violaciones a los derechos humanos (asesinatos o “ejecuciones extrajudiciales”, tortura y secuestros o “desapariciones forzadas”).

La ley penal aplicable es la vigente en la fecha del suceso. Es injusto la aplicación de sanciones penales anacrónicas, como lo es juzgar con criterios de hoy, conductas de ayer. El ideal de la justicia penal repudia el castigo proveniente de una ley no vigente cuando ocurrieron los hechos.

Solo es admisible la ley penal, que es imperativamente clara. Se repudia la analogía en el derecho penal.

De otro lado, las comisiones y tribunales internacionales de derechos humanos, no tienen carácter penal, porque no deben juzgar personas. Su misión es determinar grados de incumplimiento de los tratados por los Estados. Pero, se extralimitan cuando “ordenan” enjuiciar penalmente a individuos, que no han tenido la oportunidad de ser oídos durante el procedimiento cumplido por dichas comisiones y tribunales. Esto genera vicios peligrosos, que restringen el derecho a la defensa. Y, que contaminan el buen nombre de los derechos humanos.

Hay que enmendar estas distorsiones que desfiguran los derechos humanos, innecesariamente.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 7 de noviembre de 2014, pág. 6

 

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sábado, 25 de octubre de 2014

La subversión jurídica


La subversión jurídica

SERGIO TAPIA T.



 

La ideología marxista es un modo de pensar y de actuar que produce trastrocamientos en todas las realidades en las que se aplica. Esta perturbación del orden, también se denomina subversión.

Es por ello que, es usual, referirse a los que se alzan en armas y producen atentados terroristas, como los “subversivos”. Es decir, se les señala que son alteradores del orden en el que toda la persona que vive en sociedad –con los demás– debe de respetar. De otro lado, debe tenerse presente que, el terrorista, es un delincuente ideológicamente motivado. El marxismo lo hace delincuente.

Pero, no sólo el marxista que toma las armas, es alterador del orden. Todos los marxistas son subversivos, cualquiera que sea el oficio que desempeñen: profesor de colegio, catedrático universitario, fiscal o juez, miembro de la CIDH o juez de la Corte Interamericana.

Tras la ola de violencia armada que los grupos marxistas desarrollaron en cada uno de los países de América, desde los años cincuenta hasta nuestros días. Desde hace ya unos 20 años los marxistas vienen ensayando novedosas iniciativas, una de ellas ha sido usar el sistema democrático para “conquistar” el poder y no soltarlo después (Chávez-Maduro en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, el PST en Brasil). Porque la octogenaria pareja fraterna de Fidel y Raúl Castro en Cuba, no son de origen democrático sino de guerra civil. Siendo la Unidad Popular de Salvador Allende la primera experiencia socialista-marxista de acceso al poder por la vía electoral, con la frustrada intención  de permanecer en el poder mediante un proyectado auto-golpe de Estado.

Hoy el marxismo ha descubierto que el Poder Judicial es un “poder”, y lo han asaltado, usurpando algunas de sus funciones, como la de juzgar a sus propios camaradas de ideología (los terroristas) y a sus enemigos frontales (los militares).

La reciente sentencia penal de condena en el caso “Pucará” contra la que ya se interpuso el recurso de nulidad, y muy publicitada a inicios de la presente semana de una pasada resolución incidental de primera instancia en el caso “Frontón III” declarando infundada la prescripción de la acción penal. Son un par de “botones” de muestra del grave perjuicio que se está produciendo para el resto de los peruanos, en el cuerpo de los militares que combatieron hace 20 a 30 años la subversión terrorista de los marxistas.

Porque trastocar los límites que la República ha puesto a los gobernantes de turno para que respeten las garantías en la punición de los delitos, no sólo perjudica a los militares, ponen en riesgo a todos los ciudadanos del país, en un futuro cercano.

Hay que leer los modelos de sentencias contra los militares, y constataremos que la no observancia de la tipificación penal mediante ley previa y expresa, el debido proceso, el derecho del Congreso a otorgar amnistías, la indefensión de los verdaderos interesados en los procesos conducidos por la Corte Interamericana, así como el ejercicio de funciones penales de las que ella carece. Ponen en peligro a todos los ciudadanos.

Esto es la subversión jurídica.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 24 de octubre de 2014, pág. 6


 

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El aborto: Política nociva


El aborto: Política nociva

SERGIO TAPIA T.



 

No es necesario que me refiera a la reciente iniciativa de algunos congresistas, para presentar un proyecto de ley que despenaliza el crimen del aborto. Porque, tarde o temprano, por estos o por otros, el tema de matar niños indefensos que no son queridos, se presentarán de uno u otro modo.

¿Qué si hay aborto en el Perú? Sí, algunos, muchos, demasiados. No lo sabemos, pues, no hay estadísticas ni censos al respecto. Pero que lo hay, es innegable. Pues, basta mirar cómo es el comportamiento social de los peruanos.

En primer lugar, observaremos muchas adolescentes y jóvenes embarazadas, y abandonadas a su suerte, a la desesperación de tener una gran transformación en su organismo y en su sicología, desarrollándose un bebé en su vientre. Adolescentes que carecerán de uno o varios de los factores que coadyuvan a la maternidad: La cercanía y apoyo del padre del bebé que viene; el apoyo de los padres de la novel madre; madurez sicológica, empleo o recursos económicos suministrados por el consorte.

De no tener estos factores de apoyo, la joven madre estará sometida a la angustia del embarazo, y podrá estar dispuesta a abortar.

Pregunto: ¿Es legítimo que el Estado adopte una legislación permisiva al delito del aborto? ¿Es ético que los medios hospitalarios y medicinales del Estado se orienten a dañar la maternidad de loas jóvenes en abandono, y promover procurando el aborto?

No hay ninguna razón valedera para apoyar iniciativas que favorezcan el aborto como política de Estado.

Ningún grupo político fue votado en el Perú, porque clara y transparentemente ofreció en su campaña electoral, que de salir elegidos favorecerían leyes abortivas. Por lo tanto, hacerlo, es un fraude a la honradez electoral político partidaria.

Tenderemos otra batalla: ¡No al aborto, en el Perú!

Lo que estamos a favor de la vida, de los legítimos derechos humanos de los que no tienen voz, y de la verdadera constitucionalidad democrática. Haremos esta lid cívica, que las circunstancias nos convocan. Para algunos porque “Dios lo quiere”, para otros porque hay que construir Patria, para todos porque la vida de un ser humano debe ser respetada.

Al frente tendremos a quienes no respetan nada, a los confundidos (que siempre hay en todos los tremas nacionales), a los ONGs pseudo-derecho-humanistas. Al mal, en una sola palabra.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 17 de octubre de 2014, pág. 6


 

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sábado, 11 de octubre de 2014

Religión y Política


Religión y Política

SERGIO TAPIA T.



 

La religión cristiana sufrió y sufre la más cruel persecución que registra la historia, hay muchos mártires por el solo hecho de ser creyentes. Por eso la Iglesia conoce y valora lo que es la libertad religiosa.

La persecución en el Imperio Romano cesó en los años 311 y 313. Con el Edicto de Tolerancia de Nicomedia, firmado por el emperador Galerio, anticristiano cómplice del emperador Diocleciano. Y, con el Edicto de Milán firmado por los emperadores de Occidente y de Oriente, Constantino El Grande y Licinio.

Galerio dispuso que pueden nuevamente los cristianos reconstituirse así como sus lugares de culto, siempre que no hagan nada en contra del orden público”. Su edicto no fue un estatuto de libertad de cultos. Significó despenalizar ser fiel cristiano. Tuvo como consecuencias poder profesar la fe, ir al templo, participar en la liturgia, administrar sacramentos, conducirse a sí mismo y educar a otros –a los suyos- inspirándose en la moral cristiana expresada en lo público y privado; sin ser castigado por el Estado.

Constantino y Licinio tuvieron ánimo pacificador, de armonizar a quienes ejercen la autoridad del Estado y a los creyentes que conforman la Sociedad. Para la Filosofía Política, ambos, los que ejercen autoridad y quienes no la ejercen, son principio o causa de que exista la Sociedad. Son sus autores. Unos, principales (la autoridad), los otros supletorios (los que no la ejercen). Pero, ambos, como autores, modelan su Sociedad.

El Edicto del 313 proclamó que Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer de su alma (…) sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle.” Este es el inicio de la libertad de cultos, en nuestra Civilización Judeo-Greco-Latina-Cristiana, no sólo legitimó al cristianismo.

Hay conmociones en las relaciones Estado-Religión, que hasta hoy influyen negativamente. Como lo de Inglaterra de Oliverio Cromwell (1599-1658) –el “dictador regicida” según el filósofo David Hume (1711-1776)-. Quien negó el rol público de las creencias religiosas, modelando hombres escépticos e intolerantes en cuestiones religiosas.

También la que se produjo en el siglo XVIII, en Francia. La Revolución persiguió por motivos religiosos, causando el primer genocidio moderno que aún espera ser reivindicado por la Historia, particularmente inferido en la población católica de Vendée.

            Las violencias irreligiosas nutren a quienes se estiman “demócratas secularistas”, que reprimen todo asomo público de identidad religiosa por parte de los demás.

Este “laicismo” es despótico y totalitario, porque al negar la expresión pública de las creencias religiosas, concluye adjudicándole al Estado la función de la ética.

Así ¿se decidirá lo que es el bien y lo que es el mal, a través de los mecanismos políticos: El partido de turno, el dictador perennizado, el voto inestable del parlamentarismo o la sentencia bajo soborno?

 

Publicado en el Diario “La Razón”, Lima, viernes 10 de octubre de 2014, pág. 6

 

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viernes, 3 de octubre de 2014

El Frontón: Fotografía e ideología


El Frontón: Fotografía e ideología

SERGIO TAPIA T.



 

En junio de 1986, Alan García concluía su primer año de gobierno, asediado por una despiadada ola de asesinatos, y una profunda crisis económica estructural con inflación galopante. Ambas heredadas de gobiernos anteriores, y de autoría de las izquierdas marxistas.

La crisis económica se incubó durante la revolución socialista, expropiadora y estatista padecida de 1968 a 1975. Revolución de la que la mayor parte de marxistas peruanos apoyaron y se beneficiaron. Salvo, los cuadros marxistas-maoístas, que se preparaban para desatar la ola terrorista.

El festín gubernamental de las izquierdas concluyó gracias al relevo generacional en el Ejército, y por la influyente re-orientación doctrinal proveniente de los cuadros institucionales de la Marina de Guerra del Perú.

Al final del período (1975-1980) en que se produce el repliegue de los militares de la política, aparecen los primeros síntomas de la gran crisis económica de los ochenta. Tuvimos que pagar el dispendio fiscal revolucionario de las izquierdas, de cuya responsabilidad han quedado impunes, política y penalmente. Hasta ahora, las izquierdas se han favorecido por cierta amnistía ante los desastres que suelen ocasionar al Erario Nacional, cada vez que tienen acceso a los gobiernos nacional y municipales. Es una constante:

La otra responsabilidad política y penal de las izquierdas es el asesinato en serie, desde 1980 hasta nuestros días, en el VRAEM.

En 1983, gobernando Acción Popular en alianza con el PPC, que tiene la responsabilidad sobre el manejo penitenciario desde 1980 a 1985, y de lo que no ha rendido cuentas tampoco, pues, favoreció las intenciones terroristas de transformar las cárceles en “Trincheras de Combate”.

Eso fue El Frontón, un baluarte pro-terrorista. En la isla se planificaban los atentados en el resto del país. La autoridad no aplicaba el régimen penitenciario. La burocracia partidaria suscribía actas reconociendo a los terroristas como “presos políticos”. Los terroristas quedaron a cargo de sí mismos.

Con estas “libertades”, los “presos por terrorismo” transformaron las edificaciones para su uso para-militar. Quedó demostrado el 19 de junio de 1986, en el operativo de recuperación de la isla- penal.

Es día, para los terroristas es “El Día de la Heroicidad”. Para los del PPC la ocasión de inculpar a Alan García. Para los ONGs hacer negocio con la “judicialización”, aunque hayan pasado 28 años.

Hoy, las izquierdas se reunirán en Miraflores, en torno a una muestra fotográfica, que les suscitará dopaje ideológico. Las fotos, recientemente tomadas en El Frontón, harán que las izquierdas perciban constituirse en testigos de cómo quedaron las ruinas “después del operativo”.

Porque, las izquierdas ignorarán, con intención perversa, la erosión de los 28 años transcurridos, las diversas remociones de escombros que se han realizado, el uso de la Isla como campo de tiro y para entrenamiento con explosivos por las FFAA, y hasta el “huaqueo” de quienes extraen material de construcción abandonado.

El resultado previsible: Algún fiscal “sensiblemente ideologizado” pedirá juzgamiento y sentencia de militares, con la “prueba fotográfica”.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 3 de octubre de 2014, pág. 6


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Realidad e imaginación ideológica


Realidad e imaginación ideológica

SERGIO TAPIA T.



 

Resulta cada vez más frecuente escuchar, a algunos, decir que lo que expresan sobre un determinado suceso es: “mi verdad”.

De tanto repetirlo, hasta se empieza a preguntar: “¿Y, cuál es tu verdad?

A fuerza de repetirlo, se ha sembrado un subjetivismo peligroso, que se torna en grave ofensa contra los más elementales fundamentos del discurso racional del ser humano.

La verdad no reside en el sujeto que conoce. No hay, por tanto, “mi verdad”, ni “tu verdad”.

La verdad es una relación cognitiva, entre el sujeto que es capaz de conocer mediante su entendimiento, con la realidad que es lo que existe y es el objeto del conocimiento.

Si la relación del entendimiento y la realidad concuerdan. Entonces, esa es la verdad. Si no concuerdan, es lo falso. Y, el error se expresa, con conciencia de tal disociación, es la mentira. Entre ellas, la más nefasta es la ideología, por ser un conjunto de falsedades con pretensiones de verdades absolutas, como los socialismos (marxismo, nazismo, fascismo, etc.)

La verdad se sostiene en el principio de no contradicción. No puede haber verdades contradictorias entre sí.

Para relacionar verdades e inferir apreciaciones conclusivas, hay regulaciones de la lógica, que preservar de errores el razonamiento humano. Hoy en día cunde por doquier el pensamiento ilógico de relativismo.

Se va perdiendo el amor a la verdad. Ya no se la busca, no hay ansia por ella. A lo sumo hay conformismo, campea la subjetividad y se contagia la indiferencia.

Sumamente grave es que la Política quede contagiada de ello.

La Política es la actividad humana de capital importancia. Porque su objeto y fin es Gobernar bien, para que las personas se realicen viviendo en sociedad, por lo tanto el buen gobierno fortalece la familia, primera realidad social del hombre.

Es una lástima que la Política en el país esté sumida en una desorientación prejuiciosa, de tal grado que espanta y distancia a muchísimas personas, perdiendo el país valiosos aportes para su mejor estabilización socio-cultural y económica.

En el terreno de la Política se juega el destino individual de cada persona, porque vivimos en ineludibles relaciones sociales. Incluso hay una tendencia de transformar en público lo que antes estaba reservado a lo privado.

El Estado Peruano carece, desde hace muchos decenios, de funcionarios de carrera. Lo cual es riesgoso porque cada cambio de gobierno, e incluso cada cambio de ministro dentro del mismo gobierno, ocasiona una modificación de los cuadros responsable del ejercicio de la autoridad. Y, es peligroso porque facilita que el Estado puede ser fagocitado por cuadros ideologizados, embriagados del voluntarismo revolucionario, y con pretensiones de regular hasta la intimidad de nuestras vidas, en virtud de sus raciocinios desatinados.

La deserción de los buenos ciudadanos y el desinterés de los ciudadanos capaces, abandonan los asuntos de la República al vaivén de cualquier ensayo desatinado que podamos imaginar.

Contribuir a mejorar el Perú, requiere en parte, participar en Política.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 26 de setiembre de 2014, pág. 6


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