viernes, 28 de octubre de 2016

PPK, la consagración como hoja de ruta

PPK, la consagración como hoja de ruta
SERGIO TAPIA T.

            El viernes 21 de octubre, es un mes de especial devoción manifestada por procesiones numerosísimas acompañando el paso del Señor de los Milagros, el presidente de la República ejerciendo “la autoridad que se me ha otorgado” declaró bajo juramento “cambiar todo lo que nos separa de” Dios. Previamente había puntualizado que “con la autoridad que se me ha otorgado, hago un acto de consagración de mi persona, mi familia, aquí presente mi esposa, y la República del Perú”.

            No es la primera vez que la Nación peruana se consagra a Dios, tampoco que lo haga un presidente de la República. El 12 de diciembre de 1954, con ocasión de la clausura del V Congreso Eucarístico Nacional, ante más de doscientas mil personas, en Lima, Manuel Odría presidente de la República señaló que “la fe católica había sido siempre profesada y defendida por el Gobierno Peruano y que ahora la confesaba públicamente”.

            Consagrar, en una de sus acepciones, es hacer sagrado a alguien o a algo. Hace una semana, el presidente de todos los peruanos que “es el jefe del Estado y personifica a la Nación” (Art. 119, Constitución), puso en manos de Dios su “gobierno con todos sus trabajadores y ciudadanos que están bajo mi responsabilidad” y además “ofrezco a “Dios Todopoderoso mis pensamientos y decisiones como Presidente”.

            Una consagración no es un sortilegio. No quita la libertad de las personas y su responsabilidad individual por sus actos. Es una declaración de intenciones, bajo juramento. El presidente expresó esta intención política: “siempre estar consciente de los Diez Mandamientos al gobernar[lo]”.

            Un acto de consagración requiere ser consciente, deliberado y querido. Entonces se entiende que desde los predios católicos se exija rectificaciones al presidente, por las decisiones sobre moral pública que se asoman amenazantes contra la vida y la familia.

La consagración de PPK es una rectificación pro-vida y pro-familia, que debemos creer, esperar y demandar su cumplimiento. Es como la Hoja de Ruta de Humala, por cuyo mérito fue electo presidente, porque se comprometió en no aplicar el chavismo absolutista.

El acto de consagración de PPK es legítimamente constitucional, porque el Estado peruano ni es laicista ni ateo. Nuestra Constitución invoca a “Dios Todopoderoso” en el Preámbulo; reconoce el ejercicio de la libertad religiosa sin límites (salvo la preservación de la moral y el orden público); los ministros y altos funcionarios juramentan ante el Dios crucificado y la Biblia (salvo los no católicos que optan por la promesa), y en el artículo 50 reconoce a la Iglesia Católica como importante elemento de la formación histórica, moral y cultural del Perú.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 28 de octubre de 2016, p. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

sábado, 22 de octubre de 2016

Subversión y minería - La Razón

Subversión y minería
SERGIO TAPIA T.

Parece extraño que alguien se muestre contrario al progreso económico del país. Parecería extraño que algunos constituyan un club de pensamiento ideológico para pensar la estrategia y las tácticas con la finalidad de paralizar el desarrollo económico que redunda en el desarrollo social. Es más, sería impensable que en la probabilidad de la existencia de esas enemistades, el Estado no se encuentre preparado para asumir roles previsores, ni cuente con sistemas programados de alerta y reacción temprana para el manejo de crisis del orden público y la seguridad de personas y patrimonios privados.

Pero, eso que nos podría parecer imposible viene ocurriendo, desde hace un tiempo, por la responsabilidad inactiva de algunos gobiernos e incluso por cierta complicidad por parte de algunos otros gobiernos. Podemos afirmar que el Estado no aprendió nada después de la inhumana experiencia terroristas de los 80s y 90s. Como si el Perú no hubiera tenido 25 mil muertos a causa de la subversión terrorista marxista, ni la pérdida de incontables miles de millones de soles a causa de la fiebre revolucionaria marxista.

Pero, el marxismo es ideología fría, por lo que sigue y prosigue en su afán de crear zozobra, anarquía, destrucción, desmoralización y profundas crisis éticas, sociales y por supuesto económicas.

Lo cierto es que la causa del problema social en Las Bambas es típicamente una operación revolucionaria antiminera, como ya hemos tenido varias en los últimos diez años, y todas exitosas, a lo largo del país, desde Cajamarca hasta Puno. Ahora le ha tocado el turno a Apurímac, a un yacimiento minero que es el número tres de importancia mundial. No es poca cosa.

La sublevación violenta de masas campesinas, para impedir las actividades de transporte de minerales, es de carácter subversivo.

El gobierno del presidente Kuczysnki hasta ahora no ha dado señales acertadas para explorar soluciones. Todas sus iniciativas desde el Ministerio de Energía y Minas, desde la Presidencia del Consejo de Ministros y desde el Ministro que conduce la Policía Nacional; han sido catastróficamente desacertadas.

Parecería que se adolece de diagnósticos adecuados sobre la crisis subversiva minera, a pesar de que tiene 30 años de gestación globalizada, y 10 años de experiencias que han causado conmociones.

Los revolucionarios antimineros en Las Bambas son los verdaderos responsables del homicidio del comunero Quintino Cereceda Huisa; no los policías. Es un método clásico de actuación para alterar la tranquilidad y el orden.

La conducta de los Ministros de Energía y Minas y del Interior, develan responsabilidad política de la que el Congreso debe exigir cuentas. Sabido es que entre las izquierdas marxistas hay lío, no hay unidad ni concordia. Las izquierdas de Las Bambas imputan responsabilidad política por la muerte del comunero y por el incremento de la crisis en Las Bambas, al izquierdista Ministro del Interior: Un lío entre izquierdistas, que el país no está para pagar los atrasos y la suma de torpezas que se vienen sucediendo.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 21 de octubre de 2016, p. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

jueves, 20 de octubre de 2016

Combinar todas las formas de lucha - La Razón

Combinar todas las formas de lucha
SERGIO TAPIA T.

Para nosotros, para el Perú, el comunismo es la amenaza actual y vigente. Su actuar se denomina subversión, porque todo el quehacer marxista está dirigido a sabotear el funcionamiento de la sociedad y del Estado.

El principio “ético” que guía la conducta de los marxistas es el de considerar moral todo lo que conviene al triunfo de la Revolución. Lo que a los comunistas les da un amplio margen de relajada conciencia para ser cínicos, para mentir y para aparentar ser lo que ciertamente no lo son, por ejemplo “demócratas”. Es por ello que Lenín afirmaba que sus enemigos padecen de cretinismo jurídico, pues, creen en las leyes que aprueban. Esto quiere decir que los comunistas son sagazmente falsos e inauténticos; que pueden cambiar de posición cuando y como les convenga. Así, Stalin en 1939 fue aliado de Hitler para agarrarse media Polonia, y poco después aliado de los yanquis para agarrarse medio mundo.

Nuestros marxistas criollos, los nuevos que están ahora en el Congreso; los que tienen experiencia en derramar sangre como el PCP-SL y los del MOVADEF, los que pululan en el estable PCP-Patria Roja, etc. Representan diferentes opciones de la misma manera de pensar marxista.

Una forma de lucha de aquellos comunistas que no son ni guerrilleros ni terroristas, es dedicarse a defender judicialmente a los terroristas y perseguir judicialmente a los militares sobrevivientes que los combatieron con éxito. Otra forma de lucha es promover el control de población, el feminismo a ultranza, el aborto, la homosexualidad, con la ayuda de ingenuos colaboracionistas no marxistas; porque el planteo ideológico de toda estas olas revolucionarias es de inspiración marxista, hay mucha documentación que lo demuestra. Otra forma de lucha es de los que insisten en conquistar del poder por la vía guerrillera y terrorista, ahí está el VRAEM donde no hay remanentes en extinción, sino ceniza de la que puede volver a reeditarse los tiempos apocalípticos de los 80s y 90s, y que Veronika Mendoza acaba de negar, con cierta complicidad ante las evidencias.

Esta es la combinación de todas las formas de lucha: paramilitar y política, legal y antijurídica, evocadora de derechos humanos y a la vez terrorista, a la que nos emplaza el comunismo en los albores del siglo XXI.


Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 14 de octubre, pág. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

La recaída subversiva - La Razón

La recaída subversiva
SERGIO TAPIA T.

Para que exista subversión armada, combate guerrillero y actos de terrorismo, se necesita tener una organización político-militar. Con ideología que sustente convicciones fanáticas a sus prosélitos, tanto como para exigirles que maten a otros y que ellos también mueran. Y, es necesario también el entrenamiento militar, el quehacer partisano, la destreza homicida.

La ideología es el marxismo. El entrenamiento militar es para hacer guerrillas con las que se combate a las FFAA y policía. Practicar terrorismo es subordinar la población civil a la organización, sembrando el pánico.

Esto es una amenaza vigente para el Perú. Porque hay una organización de marxistas consolidada, que actúa en diversos frentes socio-culturales: político-partidarios, gremialista obrero-estudiantil, de solidaridad con las familias de sus muertos, jurídico-judicial, etc.

Esta organización, luego de 21 años de estar preso su máximo líder Abimael Guzmán, ha sido capaz de obtener o de beneficiarse con privilegios inimaginables:
(1) Cuentan con una historia que les favorece, y que el Estado peruano se encarga de difundirla, el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Documento que justifica la rebelión armada de 1980-1995, y desdibuja la tarea contrasubversiva de nuestras FFAA presentándola como la barbarie, con supuestos delitos que algunos fiscales gozan de compaginar y algunos jueces se satisfacen en castigar a soldados rasos y oficiales intermedios, con cuantías punitivas sin precedentes.
(2) Tienen lugares para conservar la memoria de sus atrocidades; alguno erigido con financiación extranjera y protección estatal; otro edificado por el colaboracionismo de ciertos ONGs caviares (los marxistas cómplices de estos otros marxistas que empuñan armas), y recientemente hasta un mausoleo para los cadáveres de sus proclamados héroes.
(3) Como un reaseguro sistémico, cuentan con componentes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que les brinda decisiones injustas y arbitrarias, mediante sentencias que son verdadera apología del terrorismo contra el Perú. A que recurren cuando las sentencias de nuestro Poder Judicial no les favorece.
(4) Insisten en obtener su inscripción como partido electoralista ante el JNE; remedo de las FARC de Colombia que el Gobierno de Santos casi les concede detentar escaños parlamentarios vitalicios, sin elección popular.
(5) Han reactivado su difusión ideológica y actividades proselitistas en universidades, como San Marcos.
(6) Cuentan con el colaboracionismo de algunos fiscales y jueces, verdaderos responsables de la recaída en la subversión que el Perú habrá de soportar en este gobierno de PPK.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 7 de octubre, pág. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

domingo, 2 de octubre de 2016

Crimen, subversión y colaboracionismo - artículo La Razón

Crimen, subversión y colaboracionismo
SERGIO TAPIA T.

            La subversión no es colocar un explosivo, es trastornar la mente para creer que los explosivos son medio para realizar actos buenos. Poner un explosivo es uno de tantos actos criminales terroristas, pero mayor responsabilidad tiene quien ideologizó al operario, que quien apretó el gatillo. Porque, la delincuencia terrorista es ideológicamente motivada. Ninguno de los estudios psicológicos y antropológicos del crimen común, sirven para explicar el porqué de la delincuencia subversiva, sino la sola intoxicación ideológica. Basta observar cómo transforman las fisonomías las ideologías comunista y nazi.

            La congresista Ma. Elena Foronda, chimbotana ambientalista, oenegenista; obtuvo beneficio para la representación del grupo marxista Frente Amplio, mediante la cifra repartidora, pues sólo obtuvo alguito más de nueve mil votos. Ella, ha planteado un acuerdo de paz con el Partido Comunista del Perú (alias “Sendero Luminoso”), algo embriagada con las noticias provenientes de Colombia, manifestó que el Partido Comunista sufrió derrota militar pero no derrota política. No es un desatino. Sólo nos indica cómo piensa nuestra alta representación política.

            La fiscal superior Luz Ibañez, a cargo del muy injusto Caso El Frontón, se le ha señalado públicamente, por el alcalde de Comas, como colaboracionista del “mausoleo” del Partido Comunista (alias “Sendero Luminoso”), en el que se celebró el pasado 19 de junio el homenaje a sus héroes caídos en El Frontón el 19 de junio de 1986. No nos extraña. Porque desde el inicio, en 1980, hubieron jueces que liberaban terroristas convictos y confesos. Ahora, más bien, están en la etapa de juzgar y condenar a militares que derrotaron a los terroristas. Los funcionarios que administran justicia, por ley están impedidos de militar en partidos, pero tienen conciencia política, y muchos son comunistas. Ideología que les brota a través de las sentencias que redactan.
            Como en el Caso El Baguazo, a cuyo responsable de la sangrienta rebelión y a todos sus secuaces, los han exculpado de todos los delitos, “por error culturalmente condicionado”, que es un eximente de culpabilidad para los que un tiempo atrás les denominaban “chunchos”, habitantes de la amazonia no integrados a la civilización nacional. Pero, en el caso de Pizango, era un dirigente de ONG, aprovisionada de fondos obtenidos de Europa, vivía en Lima en correrías palaciegas y ministeriales; no merecía ser absuelto bajo la categoría de “incivilizado”.

            Cuando suframos, a mitad de este gobierno de PPK, el levantamiento en armas del comunismo nuevamente en el Perú, no olvidar que fueron responsables de su reaparición aquellos funcionarios del Estado colaboracionistas.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 30 de setiembre de 2016, p. 6

Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/