jueves, 20 de octubre de 2016

Combinar todas las formas de lucha - La Razón

Combinar todas las formas de lucha
SERGIO TAPIA T.

Para nosotros, para el Perú, el comunismo es la amenaza actual y vigente. Su actuar se denomina subversión, porque todo el quehacer marxista está dirigido a sabotear el funcionamiento de la sociedad y del Estado.

El principio “ético” que guía la conducta de los marxistas es el de considerar moral todo lo que conviene al triunfo de la Revolución. Lo que a los comunistas les da un amplio margen de relajada conciencia para ser cínicos, para mentir y para aparentar ser lo que ciertamente no lo son, por ejemplo “demócratas”. Es por ello que Lenín afirmaba que sus enemigos padecen de cretinismo jurídico, pues, creen en las leyes que aprueban. Esto quiere decir que los comunistas son sagazmente falsos e inauténticos; que pueden cambiar de posición cuando y como les convenga. Así, Stalin en 1939 fue aliado de Hitler para agarrarse media Polonia, y poco después aliado de los yanquis para agarrarse medio mundo.

Nuestros marxistas criollos, los nuevos que están ahora en el Congreso; los que tienen experiencia en derramar sangre como el PCP-SL y los del MOVADEF, los que pululan en el estable PCP-Patria Roja, etc. Representan diferentes opciones de la misma manera de pensar marxista.

Una forma de lucha de aquellos comunistas que no son ni guerrilleros ni terroristas, es dedicarse a defender judicialmente a los terroristas y perseguir judicialmente a los militares sobrevivientes que los combatieron con éxito. Otra forma de lucha es promover el control de población, el feminismo a ultranza, el aborto, la homosexualidad, con la ayuda de ingenuos colaboracionistas no marxistas; porque el planteo ideológico de toda estas olas revolucionarias es de inspiración marxista, hay mucha documentación que lo demuestra. Otra forma de lucha es de los que insisten en conquistar del poder por la vía guerrillera y terrorista, ahí está el VRAEM donde no hay remanentes en extinción, sino ceniza de la que puede volver a reeditarse los tiempos apocalípticos de los 80s y 90s, y que Veronika Mendoza acaba de negar, con cierta complicidad ante las evidencias.

Esta es la combinación de todas las formas de lucha: paramilitar y política, legal y antijurídica, evocadora de derechos humanos y a la vez terrorista, a la que nos emplaza el comunismo en los albores del siglo XXI.


Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 14 de octubre, pág. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

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