miércoles, 29 de junio de 2011

“No soy izquierda ni derecha” (Ollanta)

LA RAZÓN DEL DÍA

“NO SOY IZQUIERDA NI DERECHA” (Ollanta)
Director Jurídico de UnoAmérica

            El libro “De Locumba a candidato de la Presidencia en Perú”, cuyos co-autores son el peruano Ollanta Humala y el español Ramón Pérez Almodóvar (México, 2009), uno de sus últimos capítulos se destina para dar explicaciones sobre  “Los sucesos de Andahuaylas”, que así se titula. Allí, Ollanta trata de establecer una distinción con su hermano Antauro, diciendo: “… nuestra principal diferencia es que yo soy radical y él es extremista” (ver: página 134).
Si en algo quería diferenciarse Ollanta de su hermano, lamentablemente adoptó una terminología confusa. En política no son contrarios los términos radical y extremista, en realidad son sinónimos. “Radical” sirve para identificar al “partidario de reformas extremas”. El “radicalismo”, en su forma de doctrina y en su forma de partido, se caracteriza por el “modo extremista de tratar los asuntos”, porque portan un “conjunto de ideas y doctrinas” que impulsan a “reformar, de un modo parcial o en su totalidad, el orden político, científico, moral y aun religioso”. Es decir, es un totalitarismo, porque ambiciona abarcarlo todo, sin respetar las legítimas competencias. Porque, no todas las realidades son de la competencia de la política. Hay realidades supra-políticas (como la religión y la cultura), así como hay legítimas autonomías de otras realidades que son las infra-políticas (como las familias, y todo aquello que es lo doméstico, que incluye la cuestión de la sexualidad, las que no son de competencia estatal).
Ollanta intentó dar una definición del significado de la palabra radical, que se había auto–aplicado para definirse políticamente, pero sin reparar que “radical” tiene significados analógicos, es decir, que con la misma palabra se pueden expresar diferentes significados.
Así como hay un uso de la palabra “radical” en la política, también lo hay en botánica, en gramática, en matemática y en química. Aunque en cada una de esas disciplinas la misma palabra exprese diferentes significados. Así, en botánica, “radical” señala lo “que nace inmediatamente de la raíz”. En gramática, las letras radicales son la parte fundamental de las palabras, como es el caso de algunas de las letras del modo infinitivo de los verbos, a las que se les agrega las desinencias, y así se forman y se conjugan los diversos tiempos verbales, y las diferentes personas gramaticales. En matemática, el radical es un signo que indica la operación de extraer las bases de un sistema numérico. En química, se llama radical al átomo o grupo de átomos que son la base para la formación de cuerpos compuestos.
Ollanta, en la referida página 134, aplica para sí, en su condición de político, el significado botánico de la palabra “radical”, es decir confundió su significado. Él dice: “El radicalismo viene del concepto de “raíz”; es decir, resolver el problema desde su origen El extremismo muchas veces no reconoce la raíz de los problemas nacionales y por eso se equivoca en sus propuestas de solución. El radical siempre es coherente; el extremista no…”. Bueno, estamos ante un inventó semántico, de Ollanta.
Dos años después de que Ollanta dictó las confusas significaciones al periodista español; el pasado miércoles 8 de junio, Ollanta otra vez dictó a una periodista, esta vez peruana y para una entrevista, su auto –definición ideo-política:”Yo he dicho que no soy izquierda, ni derecha…”.
Tan categóricas negaciones no deberían mantenernos ya más en dudas. Pero, hay frases del mismo Ollanta que las preceden, en el mismo párrafo, y la confusión se complica: “Soy una oportunidad para aglutinar a los sectores de izquierda que nunca llegaron al gobierno y que programáticamente se pueden unir a sectores empresariales que ya trabajan como nosotros como el señor Siomi Lerner y otros sectores de centroderecha  como Perú Posible y Acción Popular y otras fuerzas que han convergido en este proyecto”.
El problema es que estamos ante un Ollanta que usa las palabras y les otorga significados, que nos conducen a un babel.
Sin resignamos, elegimos otra de sus respuestas, en esa reciente entrevista a un diario capitalino. Dice Ollanta: “Mi mejor mensaje serán mis hechos..”
Bueno, estamos entonces ante un posible político pragmático. Esto sí que suena interesante, pues, se estaría desenganchando de los furgones de cola altamente ideologizados con los que ha tenido que cargar, para sostener su campaña electoral.
            Desde esta columna elaboraremos un barómetro de los hechos de Ollanta, para verificar cuál es su mensaje, qué nos va a decir en los próximos años a través de sus hechos. Y, en donde quedará el Perú, al ocurrir el cenit de su administración quinquenal.
http://www.larazon.com.pe/online/indice.asp?tfi=LROpinion03&td=15&tm=06&ta=2011

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