DDHH
y comunismo camaleónico
SERGIO TAPIA TAPIA
Director Jurídico de UnoAmérica
Los
marxistas, a lo largo del siglo veinte, como opositores perpetraron magnicidios
y asesinatos masivos y como gobierno cometieron genocidios dantescos. Hoy, derrotados
políticamente y aún deudores morosos de tan altísima criminalidad, sin embargo estos
mismos marxistas conducen organismos internacionales para proteger los derechos
humanos y administran justicia mundial mediante la Corte Penal Internacional de
La Haya.
¿Qué
está pasando? ¿Por qué las concesiones al poder destructivo del comunismo?
Beber
del pozo ideológico del marxismo-leninismo, agregando opciones como el
trotkismo y el maoísmo ó variantes latinoamericanas como el castro-guevarismo, es
siempre embarcarse a la guerra civil para conquistar el poder político, y desde
él enseñorearse totalitariamente asumiendo todas las demás expresiones del
poder: económico-empresarial, social-educacional, paterno-filial, de prensa, de
administración de justicia, etc. Salvo el gramcismo, que invierte la
metodología de la ecuación marxista y no recurre necesariamente al uso de la
violencia. Sin embargo, al igual que las demás variantes marxistas, el
gramcismo también pretende fagocitar totalitariamente todos los poderes
socio-político-económicos.
El
siglo veintiuno transcurre bajo el control marxista de los organismos
internacionales de origen demo-liberal.
Los comunistas
penetran organizaciones (sindicales, partidarias y organismos de derechos
humanos) para manipularlas a su antojo, en beneficio de la Revolución en la que
inspiran todas sus prácticas. El SUTEP, sindicato de profesores escolares, es el
ejemplo en nuestro país.
En este
marco situacional aparece el caso de los Comandos Chavín de Huantar, que es un juicio
de los comunistas contra el Estado Peruano, ante la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, con el propósito de obtener una orden para que el Poder
Judicial peruano procese penalmente a nuestros mejores comandos del Ejército y la
Marina, quienes hace 15 años rescataron 71 rehenes sometidos por guerrilleros abanderados
del comunismo. Este caso se inició porque esa Corte Interamericana ya consideró
que hubo violación a los derechos humanos por nuestros soldados en perjuicio de
los guerrilleros comunistas.
Impresionan
los trasbordos ideológicos en los que se nos fuerza vivir, y sin que muchos se
percaten de sus reales configuraciones, lo que explica que las más de las veces
se adopten medidas íntegramente estériles.
Publicado
en el diario “La Razón”, Lima, jueves 19 de abril de 2012, pág. 6
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