viernes, 29 de junio de 2012

El amor al odio


El amor al odio

SERGIO TAPIA




            El comunismo es causa ideológica de confrontación. Instala la guerra donde debe haber paz. Es enemigo del desarrollo económico y social porque suscita el odio entre unos y otros. El pensamiento y la metodología provienen principalmente de Marx, Lenin, Mao y Gramsci. En América es impulsado por Fidel Castro, y el arquetipo es el vil asesino “Che” Guevara.

            No se requiere iniciación filosófica para ser marxista. Basta verlos quiénes son: Desde terroristas asesinos, pasando por líderes provincianos fanáticos contra el desarrollo y a favor del narcotráfico, hasta terminar en los cuadros del cabildeo de las ONGs derecho-humanistas.

            El Papa Pío XI afirmó que el comunismo es “intrínsecamente perverso”. Significa que esencialmente el comunismo es sumamente malo y depravado.

            Las asonadas para impedir el desarrollo minero no empezaron en Cajamarca contra el proyecto Conga; ni están terminando en Espinar mediante el diálogo sobre el cuasi-agotado yacimiento Tintaya.

            El Estado aún no es capaz de asumir políticas (sociales, económicas y de seguridad) para salvar la República de esta amenaza. El gobierno de Ollanta Humala testimonia once meses estériles frente a las escaladas guerrillera y subversiva económico-social, dos gabinetes ministeriales inoperativos en crisis y focos de violencia revolucionaria por doquier.

            La solución no pasa por ensayos de responsabilidad social, ni por prácticas de solución de conflictos, porque son visiones parciales del síntoma, incapaces para diagnosticar y estériles en adoptar la acción eficaz contra el comunismo: Esa ideología que ama el odio.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, jueves 28 de junio de 2012, pág. 6

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