jueves, 14 de marzo de 2013

Revocación contra el gobierno ilegítimo


Revocación contra el gobierno ilegítimo

SERGIO TAPIA T.



 

            La doctrina política clásica distingue los gobiernos legítimos de los ilegítimos. La legitimidad es diferente a la legalidad. Lo legal no siempre es legítimo, como en China comunista que se condena abortar a partir del segundo hijo engendrado. Esto es ilegítimo, por vil, aunque sea una ley de la China marxista.

            Son tres las formas legítimas de gobierno, según la filosofía política: Monarquía, aristocracia y república.

Estas formas legítimas de gobierno están expuestas al deterioro. A cada forma legítima corresponde una forma ilegítima, respectivamente: Tiranía, oligarquía y la anarquía (sin gobierno) que es la adulteración de la democracia.

Hay legitimidad de origen y legitimidad de ejercicio. Susana Villarán, alcaldesa de Lima (a revocar este domingo); goza de legitimidad de origen, fue electa según las leyes imperantes. Pero, Villarán al ejercer la alcaldía se ilegitimó (por intentar legalizar libertades sexuales ilegítimas que no le corresponde decidir; así como por incurrir en incapacidad en la gestión municipal). La ilegitimidad de ejercicio es muy grave, porque afecta el bien común.

De no existir la revocatoria, la ética política nos permite confrontar la autoridad ilegítima con el derecho a la resistencia y, en cierto extremo hasta con la rebelión.

Por eso, la revocatoria no es onerosa, aunque implique gasto. El argumento del ahorro presupuestal es una falacia, que justifica a cualquiera gobernar prolongadamente, para economizar elecciones cada cinco años.

La revocatoria es legal y legítima. Este domingo votar cuarenta veces “SI”, es ético y prudente.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, jueves 14 de marzo de 2013, pág. 8

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