lunes, 21 de abril de 2014

Actualidad de nuestra Armada


Actualidad de nuestra Armada

SERGIO TAPIA T.



 

Hace unos días, Lima fue sede de un importante Simposio Internacional sobre Seguridad y Defensa. Tuvo poca difusión pública, a pesar de lo selecto de los conferencistas.

Descarto que el desinterés en su divulgación haya sido por la especialización del temario, pues fue muy actual y vigente para la situación actual de nuestra Nación. La que pervive asediada en la más variopinta criminalidad: Somos el primer país productor del mundo de hoja de coca y de clorhidrato de cocaína, ha surgido una mafia política provinciana que se sostiene con el sicariato, se produce contrabando en volúmenes insospechados, sufrimos las bandas terroristas que operan en zonas territoriales de difícil acceso, y hemos requerido de la diplomacia naval para ocupar los espacios marítimos recuperados tras el deslinde fronterizo de una sentencia internacional.

El acto académico se centró en el análisis de los sistemas que integran las armadas de los diversos países que son de interés del Perú: en la OEA-TIAR, en la OTAN, en el Asia-Pacífico.

La acertada combinación de las temáticas, y la selección de prestigiosos hombres de la defensa en sus respectivos países, hizo de esta cita intercontinental de Marinas de Guerra, que no faltara nada ni nadie: EEUU, España, Australia, Coria del Sur, Canadá, Chile, Argentina, Ecuador, y por supuesto los propios marinos nuestros.

El reconocimiento a la Escuela Superior de Guerra Naval, organismo ejecutor del evento, y al Comandante General de la Marina, quien testimonió la importancia del evento académico con su presencia permanente.

Estaba en el exterior, cuando se dio a conocer la sentencia de la Corte Internacional de la Haya que delimita los mares de Perú y Chile. Y, qué buena impresión daba en los círculos extranjeros que frecuentaba en aquella ocasión, la inmediata presencia naval peruana, en los espacios marítimos recuperados.

La Armada es parte del Estado, con medios instrumentales de alta tecnología y valor: buques, submarinos, aviones, tropa de infantería bien entrenada y respetables comandos de operaciones especiales. Detrás de todo el aparato logístico, el hombre. La persona sólidamente formada, profesionalmente y técnicamente adiestrada, éticamente forjada. Tal como reza su himno institucional, que nuestra Marina de Guerra existe gracias a los hombres-modelo que han surgido de ella, y cuyo ejemplo es cultivado como Tradición, para su imitación por el Personal Naval.

El rol de la Armada, en la inmensidad marítima que tenemos, y en la complejidad fluvial de nuestra Amazonia, es inagotable.

Ya hubo el error decimonónico de rematar la Escuadra, sin prever los años aciagos de la Guerra con Chile.

Se ha incurrido en el siglo XX en restarle a nuestra Armada la inversión presupuestaria requerida para mantener e incrementar su capacidad tecnológica. Por ese anti-militarismo que padecen mucha veces las gentes violentas y revolucionarias.

Que las miopías no desmejoren nuestra Armada Nacional en este siglo XXI, para que no suframos ningún maremoto de desaciertos.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 4 de abril de 2014, pág. 6

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