miércoles, 25 de diciembre de 2013

¿"Huelga" de jueces?


¿“Huelga” de jueces?

SERGIO TAPIA T.



 

Desde hace más de un mes los ciudadanos, y sus abogados, sufrimos un sistemático desplante por parte de “nuestros jueces”. Estos vienen realizando reclamos salariales, con medidas que agravian y afectan derechos esenciales del usuario de los servicios de justicia de la República. Lo que es muy grave, porque significa la deserción del Estado en una de sus funciones fundamentales: administrar justicia.

Los jueces han seleccionado a los ciudadanos, y sus abogados, como el blanco-objetivo de su protesta. Pero, ni los ciudadanos ni sus abogados, somos responsables de tomar las decisiones para mejorar sus sueldos. Es más, a través de los procesos judiciales contribuimos onerosamente a sufragar el presupuesto del Poder Judicial.

¿Por qué “nuestros” jueces no emprenden acciones contra los verdaderos responsables de la postergación de sus derechos remunerativos? ¿Por qué no acribillan al MEF con múltiples sentencias en procesos de cumplimiento y de amparo? ¿Por qué no emprenden algo de lo que saben hacer, contra la impostura de la clase política parlamentaria?

No. Parece que al juez peruano le es más fácil ejercer, despóticamente con prepotencia y sin tino, la porción de autoridad que tiene contra el ciudadano; agraviándolo triplemente: en su libertad, en su honor y en su economía, como procesado o como litigante. ¿Por qué citar al encausado si no se cumplirá con la diligencia, por qué notificar al litigante si no se cumplirá con la audiencia? Hoy por hoy, el Poder Judicial es una acumulación de desplantes.

“Nuestros jueces de la República”, no prestan “sus servicios” porque están insatisfechos de su nivel remunerativo. Aunque, el índice de desaprobación del Poder Judicial es constantemente alto, mayor del 70% a nivel nacional, y en determinados distritos judiciales excede el 80% de desaprobación, como en Arequipa.

Sin embargo, yo en lo personal, no guardo ninguna posición contraria al derecho a la justa remuneración para los jueces. Empero, todo derecho tiene como reverso un respectivo deber. Y, a todas luces, no puedo soslayar que los jueces andan muy equivocados en adoptar medidas contrarias a su ser y su quehacer: Administrar justicia, pronta y oportuna.

Con el eufemismo de “tener que participar en sala plena”, el Poder Judicial está camuflando innoblemente una conducta huelguística, que es inmoral e ilegal. Es el colmo de ser juez, exigir a otros el cumplimiento de la ley, y exceptuarse a sí mismo de observar la ley por convenir a sus intereses.

Los jueces no pueden hacer huelga, es inconstitucional. Así lo prescribe el artículo 153 “Los jueces (…) están prohibidos (…) de declararse en huelga”. Prohibición que la Constitución reitera, genéricamente, en el artículo 42 “Se reconocen los derechos de (…) huelga de los servidores públicos. No están comprendidos los funcionarios del Estado con poder de decisión (…)”. Y, ¿quien ejerce más poder de decisión que un juez? Es el funcionario del Estado que puede dejarte sin patrimonio y sin libertad. Su decisión la adopta ante sí, por sí,  y…. ante “su conciencia”.

Es curioso el silencio del Presidente de la Corte Suprema, y la tolerancia del Pleno de la Corte Suprema, frente a esta inconducta de los jueces.

            Hay responsabilidad grave que recae en el Presidente de la Corte Superior de Lima, por el uso y abuso de convocar a sus subordinados a aparentes “sesiones de Sala Plena” con las que eufemísticamente se encubre una actitud y conducta huelguística. También tienen directa responsabilidad en el incumplimiento de las diligencias judiciales, todos los los presidentes de salas, según el artículo 45 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

            Curiosamente, las aducidas “Salas Plenas” para justificar eufemísticamente la huelga judicial, carecen de atribución y no tienen función alguna, cercana o similar, a las reclamaciones salariales de los jueces, el artículo 94 de esa Ley Orgánica asigna otras funciones: Elevar propuestas de ley a la Corte Suprema, designar al Vocal de Control de la Magistratura, dar cuentas de las deficiencias del Consejo Ejecutivo de su Distrito Judicial, nombrar al Síndico Departamental de Quiebras, constituir la última instancia de las medidas disciplinarias a los empleados del Poder Judicial, y en extensión hasta le podría corresponder “vigilar la pronta administración de justicia” lo que suena a ironía, pues, en nombre de las “Salas Plenas” se hace deserción de ese deber.

            Si los jueces asumieran desde sus burocráticos despachos, una actitud de respeto por los litigantes y procesados, y de mayor respeto a los abogados, deberían protestar por sus reclamos laborales trabajando medio turno más, deberían trabajar desde muy temprano y hasta por las noches, deberían expedir sentencias prontamente, deberían garantizar a los ciudadanos la protección de la ley. Sólo así la justicia de sus reclamos salariales podrían tener la comprensión, el respeto y el aplaus del pueblo.

            Proseguir, equivocadamente con lo que han dado inicio, no sólo es impopular, es injusto, es inmoral, es ilegal. Y, malogra la percepción de justicia que podrían tener sus reclamaciones.

            En cuanto al Gobierno Central, una vez más demuestra incapacidad para dar solución a los problemas, y los agrava por tu torpeza. Para él, dos reflexiones.

Una primera reflexión sobre el Poder Ejecutivo: ¡Qué mal está el gobierno de Ollanta Humala! ¡Qué ineficiente es! Y, qué poco previsor. ¡Qué mal realiza su misión! No es buen componedor de los desajustes estatales ni sociales. La presidencia de Humala es el rotundo fracaso de la izquierda caviar en funciones gubernamentales.

La otra reflexión es por el Poder Legislativo, que está totalmente sometido a los dictados del humalismo sin ser la mayoría, gracias a la deserción de su rol opositor de la mayaría de los partidos parlamentaristas. Hay un uso y abuso de leyes reformistas denominadas de “fortalecimiento estatal”, que están muy desacreditadas desde que se retornó a la estatización “velasquista”, como en los puertos. Hoy en día, ronda por los pasillos legislativos el proyecto de ley N° 3030-2013, para “el fortalecimiento del Poder Judicial”, frase cínica que esconde la agraviante intención de derogar las aspiraciones de una justicia remunerativa en favor de los jueces.

¡Jueces a trabajar! Ministros de Humala renuncien, permitan la renovación gubernamental, caviares reconoced su fracaso.

 

 

Publicado por el diario “La Razón”, Lima, viernes 13 de diciembre de 2013, págs. 10 y 11: http://larazon.pe/28491-jueces-a-trabajar.html

 

Comentado en el Editorial del director de La Razón, Sr. Plinio Esquinarila, el mismo día, pág. 2: http://larazon.pe/28474-jueces-y-homologaciones-perversas.html

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