martes, 22 de septiembre de 2015

DD HH y prevaricación - artículo en La Razón


DD HH y prevaricación

SERGIO TAPIA T.

 

            De la lectura de las sentencias que emite la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), solo surge defraudación inconsolable, porque se desnaturaliza la prometedora intención de preservar los derechos humanos, verdaderamente inherentes a la persona, y no los que 7 jueces inventan desde su miopía ideológica y ceguera prudencial.

            Los Estados a través de sus cancillerías elaboraron tratados internacionales para preservar en América el respeto de la dignidad humana. Y, se crearon organismos para supervisar su observancia por parte de los Estados: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)  en los Estados Unidos y la Corte IDH en Costa Rica.

Pero, los hombres hacen las instituciones. Éstas no existen independientemente de las personas que las integran. Las organizaciones son de la talla moral y la catadura ideológica de quienes las componen.

En los últimos 35 años de funcionamiento de la CIDH, y la misma cantidad de años desde que existe la Corte IDH: Los resultados son desconsoladores.

Ambos organismos permanecen infiltrados por las izquierdas marxistas latinoamericanas. En tal límite que impiden una verdadera renovación de sus cuadros, obstruyen el replanteo doctrinal y evaden el control de daños de tanta politización partidista. La saturación ideológica revolucionaria les rebalsa. El sistema de DDHH americano es una porción del poder al servicio de la subversión marxista, que agravia nuestros pueblos.

La CIDH y la Corte IDH, en consuno, han inventado derechos a favor de las olas revolucionarias violentas latinoamericanas. Pero, recientemente, comisionados y jueces están prevaricando, recomendando y sentenciando contra la letra expresa de los tratados.

En una sentencia contra Costa Rica, la Corte IDH sostiene que el embrión humano no es persona y no tiene derecho a la vida. Exactamente lo contrario al artículo 4 del principal tratado sobre DDHH, que consagra la defensa de la vida desde la concepción. Y, la CIDH recomendó a Paraguay practicar el aborto a una preadolescente.

Mientras que las autoridades estatales deberían tomar nota de este descalabro y ponerle remedio. A nosotros nos corresponde exigir legitimidad en las decisiones a la Corte IDH y la CIDH. Mediante la resistencia contra la injusta actuación de esos funcionarios internacionalistas.

 

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 11 de setiembre de 2015, pág. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

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