viernes, 23 de octubre de 2015

Deterioro socio-político - artículo en La Razón

Deterioro socio-político
SERGIO TAPIA T.

            Desde esta columna advertimos antes y después de las elecciones del 2011, que Ollanta Humala significaba una serie de problemas de toda índole para el Bien Común Nacional.
            La advertencia no era prejuiciosa; estaba fundada en la ideología y el Plan de Gobierno “La Gran Transformación”, así como la trayectoria incendiaria-chavista (socialista) de parte de los líderes y propulsores del aluvión político-socio-económico marxista que anunciaban producir.
            Desde los primeros días de gobierno, la administración Humala trabó la inversión privada en los rubros más sobresalientes: la minería. Con la excusa de la “licencia social”, que es la negación de las funciones y autorizaciones que al Estado corresponde otorgar.
La Defensoría del Pueblo (a quien a nadie puede escapársele que es un organismo bajo control de elementos revolucionarios, desde su fundación), conduce un programa sobre “conflictos” sociales. Desde ya, el uso de la palabra “conflictos” es desacertado, porque hace juego a las apetencias marxistas de transformar los accidentes ecológicos en delitos de Lesa Humanidad, bajo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, creada por el Estatuto de Roma. Tras esta intención están el activista Adolfo Pérez Esquivel, el destituido juez español Baltasar Garzón y el hoy juez interamericano de derechos humanos Zaffaroni.
Todo indica que la gran herencia (fruto de la “Gran Transformación”) que dejará Humala, será en el retroceso en lo económico, fatal para las mayorías pobres y clase media mediana y baja. Con todos los males que de ello pueden resultar.
El principio de autoridad del Estado ha sido sistemáticamente mancillado. La inoperatividad del Estado es otra gran herencia del humalismo. Y, la sociedad política en estado pre-insurreccional, según la lectura marxista de las etapas revolucionarias.
El gobierno de Humala nos ha significado un inmenso retroceso, muy dañino para el país, peligroso para la sociedad y suicida para la supervivencia del Estado.
Y, no hay aún una reacción política, con base a movimientos y partidos, que seriamente encare estos problemas para solucionarlos en brevedad.
Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 23 de octubre de 2015, pág. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

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