jueves, 27 de febrero de 2014

Legitimidad de gobierno y prensa libre


               Legitimidad de gobierno y prensa libre

SERGIO TAPIA T.



 

Los gobiernos se rigen por dos fuentes de legitimidad: la legitimidad de origen y la legitimidad de ejercicio.

La legitimidad de origen corresponde al ámbito de las tradiciones e idiosincrasia de los pueblos. Son los modos de seleccionar a los gobernantes. Cuya importancia es indudable, por tener relación con los consensos de aceptación de los gobernantes, y sus consecuencias para la paz política. Son materias comunes de la legitimidad de origen la monarquía electiva y la hereditaria; la democracia-republicana, con el sistema de elección directa de los gobernantes como en EEUU y Latinoamérica (excepto Cuba, con 54 años de dictadura castro-comunista), o el sistema de elección indirecta como en Europa (salvo Francia).

El reverso es la legitimidad de ejercicio. Consiste en cumplir el objeto y fin del gobernante de un pueblo, que es propender a la concreción del bien común político, del bien común temporal.

Entre ambas legitimidades, la más importante es la legitimidad de ejercicio. Porque si el gobernante no propende el bien común político, perderá toda legitimidad para seguir gobernando.

Las formas legítimas de gobierno (monarquía, aristocracia y república), se deslegitiman cuando sus gobernantes ejercen perversamente el poder político. Tal deslegitimación da origen a tres formas ilegítimas de gobierno: Tiranía, Oligarquía y Demagogia-que-deriva-en-Oclocracia (el gobierno de lo peor).

En el modo de gobernar bien, evitando perversiones, hay que situar el problema de la libertad de prensa. Lamentablemente por unas desacertadas declaraciones, el presidente Ollanta Humala ha erosionado la legitimidad de su gobierno. Es que no debió tomar partido en pro de los intereses del diario La República, contrapuestos a los del diario El Comercio.

Toda restricción a la libertad de prensa, suele encubrir intenciones represivas por parte del gobernante. Es el preámbulo del abuso del poder. Es el tránsito dramático que conduce a negar el resto de los derechos fundamentales, cuyo colofón es suprimir la alternancia de los gobernantes libremente elegidos, esto es, el chavismo.

Observen alrededor: las tiranías en Cuba y Venezuela, la deslegitimación de los gobernantes de Bolivia y Argentina. Y, constaten que la perversión en el ejercicio del poder, se inicia recortando la libertad de prensa.

No es cuestión de amistad con la familia Miró Quesada, ni de estar de acuerdo con las diversas líneas ideológicas que exhibe la trayectoria de El Comercio. En este sentido, es erróneo el planteamiento del papá del presidente de la república, para justificar la negación de la libertad de prensa.

Las cosas por su nombre: Ha hecho mal nuestro gobernante, tomando partido por los intereses del diario La República (ese que “siempre miente y a veces dice la verdad” según Rafael Rey). Porque han puesto a su gobierno en el difícil trance de la inestabilidad constitucional, al colisionar -al menos- contra quince normas de la Constitución.

 

Publicado en el diario “La Razón, Lima, viernes 10 de enero de 2014, pág. 6


 

Blog (mis artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

 

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