domingo, 22 de mayo de 2016

¿Elección homofóbica? - La Razón

¿Elección homofóbica?
SERGIO TAPIA T.
Ha habido y hay agresividad y descortesía por parte de algunos políticos, quienes rompen toda regla de respeto democrático y de urbanidad, maltratando innecesariamente al rival.
Pero, además, hay políticos como Carlos Bruce, cuyo nicho electoralista por el que descuella, es agitar los resquicios de homosexualidad en nuestra sociedad peruana, y se extralimita al proferirles a todos los ciudadanos-electores que ir contra su proyecto de “matrimonio” homosexual es ser un homofóbico.
Vale, en primer lugar, aclarar conceptos: Homofóbico, según la Real Academia de la Lengua, es tener aversión, repugnancia o rechazo hacia los homosexuales o a la homosexualidad. Y, las fobias en psiquiatría, son los temores angustiosos e incontrolables, que se caracterizan como una aversión exagerada.
Yo no soy homofóbico, no odio a ninguna persona. Lo que no me impide hacer apreciaciones morales y tener sentido crítico jurídico-antropológico sobre la conducta homosexual, que gusta tener relación sexual con personas del mismo sexo. Porque hace mella en la naturaleza, fines y legitimidad de las relaciones sexuales.
En los juicios morales, no cabe odiar, porque dejarían de ser juicios morales.
Específicamente, en el contexto de este artículo, afirmo que no me impulsa ninguna aversión ni repugnancia al congresista Carlos Bruce, por más desacuerdos que tenga con sus planteamientos ética y jurídicamente reprobables.
El problema es que al congresista Bruce sí le repugnan todos los ciudadanos-electores que expresan en inmensa mayoría democrática, su desaprobación y su no aceptación, al proyecto de legalizar el matrimonio de parejas homosexuales, bajo la confusa denominación de “Unión Civil”.
            El proyecto de ley de Bruce sobre Unión Civil (sistemática y múltiplemente rechazado en el Congreso), si se le compara con el texto del Código Civil que desarrolla el matrimonio civil, comprobaremos que la Unión Civil es un mero calco de toda la institución matrimonial. Pero, usa otro nombre, Unión Civil. Entonces es un proyecto embustero. No es políticamente correcto.
            El matrimonio no es de aplicación para parejas homosexuales. Será siempre rechazable. Porque el matrimonio no es una institución jurídica que pueda forzarse para que sirva a personas del mismo sexo, que por ser tales no pueden tener una relación con fines matrimoniales.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 6 de mayo de 2016, pág. 6


Blog (colección artículos publicados en La Razón): http://sergiotapiatapia.blogspot.com/

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